Nunca se Rindan

Guillermo Laich
14/01/2019 22:58

 

Sísifo empujando perpetuamente y hacia ariba la pesada roca de la vida.

 

"Nunca, nunca, nunca ... nunca ... se rindan ..."

Guillermo Laich

 

El termino “rendirse” es francamente deshonorable e indigno. Significa someterse totalmente al dominio o a la voluntad de alguien o algo y, a la vez, dejando de oponer cualquier tipo o forma de resistencia. Por consiguiente toda “rendición” constituye la acción y el efecto de entregarse o bien rendirse ante el poderío – imaginario, ilusorio, o real - abrumante de alguien o algo.  

Para explicar el trasfondo de lo que significa rendirse nada mejor que recurrir a dos mentes humanas tan experimentadas como brillantes: las mentes del escritor Albert Camus (1913 – 1960) y la mente del Primer Ministro Británico Winston Churchill (1874 – 1965).
 
Albert Camus (El Mito de Sísifo)
 
El mito de Sísifo es un ensayo filosófico de Albert Camus, originalmente publicado en francés en 1942 como “Le Mythe de Sisyphe.” El ensayo se abre con la siguiente cita de Píndaro: “No te afanes, alma mía, por una vida inmortal, pero agota el ámbito de lo posible.”
 
El título del ensayo proviene de un atribulado personaje de la mitología griega. En él, Camus discute la cuestión del suicidio y el valor de la vida, presentando el mito de Sísifo como metáfora del esfuerzo inútil e incesante del hombre. De esta forma plantea la filosofía del absurdo, que mantiene que nuestras vidas son insignificantes y no tienen más valor que el de lo que creamos.
 
Sísifo, dentro de la mitología griega, hizo enfadar a los dioses por su extraordinaria astucia. Como castigo, fue condenado a perder la vista y a empujar perpetuamente un peñasco gigante montaña arriba hasta la cima, sólo para que volviese a caer rodando hasta el valle, desde donde debía recogerlo y empujarlo nuevamente hasta la cumbre y así indefinidamente.
 
Camus desarrolla la idea del hombre absurdo que no es otro que aquel que se muestra consciente de la inutilidad de su vida. También es aquel que, incapaz de entender el mundo, se enfrenta a tal incomprensión. Aprovechándose de numerosas fuentes filosóficas y literarias, y particularmente de Dostoievski, Camus describe el progreso histórico de la conciencia del absurdo y concluye que Sísifo es el héroe absurdo definitivo.
 
Camus acepta como punto de partida que el hombre es capaz de resolver la única cuestión de importancia vital para el: ¿si es que vale la pena o no vale la pena vivir la vida, y si la vida de un ser humano puede tener algún sentido?
 
El Mito de Sísifo se forja como una metáfora. En el se describie todo lo que abruma o supera a los hombres hoy en día, así como a Sísifo y diferentes héroes antiguos, a soportar las diferentes pruebas o castigos a los que eran impuestos para conseguir libertad o ser acreedores a ciertos beneficios.
 
En el mundo contemporáneo tales pruebas serían los distintos obstaculos y conflictos que la vida pone enfrente, asi como la manera en que el hombre comienza o está dispuesto a superarlas con la propia convicción de saberse el único con el poder para hacerlo.
 
El Mito de Sísifo nos presenta la capacidad de elección en la toma de decisiones individuales que confieren a cada persona encontrar el sentido a su propia existencia. Tal capacidad de eleccion representa la madurez y la capacidad para que uno se haga responsable de su propia vida. Tal responsabilidad implica una seria toma de conciencia.
 
Winston Churchill (Discurso en Harrow School) 
 
Harrow School es una escuela independiente británica fundada en el año 1572 bajo una Carta Real otorgada por la Reina Isabel I de Inglaterra. Esta ubicada en Harrow on the Hill en el municipio de Harrow, en Londres. En la actualidad Harrow tiene aproximadamente unos 800 alumnos pupilos varones entre los 13 y 18 años de edad. Harrow tiene muchos alumnos notables, incluyendo siete Primeros Ministros del Reino Unido (incluyendo a Winston Churchill).
 
Fue precisamente en un breve y contundente discurso, pronunciado en el Harrow School el 29 de Octubre del año 1941, cuando Winston Churchill pronuncio las siguientes palabras:
 
“No se rindan jamás! Nunca se rindan, nunca cedan, nunca, nunca, nunca, en nada grande o pequeño, nunca cedan salvo por las convicciones del honor y el buen sentido. Nunca cedan a la fuerza; nunca cedan al aparentemente abrumador poderío del enemigo."
 
Y precisamente asi, y pase lo que pase, debe ser nuestra actitud ante nosotros mismos y ante la vida. 
 
 
 

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