El Perdedor Feliz

Guillemo Laich
05/08/2012 15:17

 “Mientras que el perdedor feliz es el peor enemigo del éxito; el esclavo feliz es el peor enemigo de la libertad.”

"Fracasar no significa que usted es un fracasado, si no que aún no ha triunfado. Fracasar no significa que usted no ha relizado nada, si no que ha aprendido algo valioso. Fracasar no significa que usted es tonto; si no que no ha tenido suficiente fe en su tarea. Fracasar no significa que ha perdido su honor, si no que tuvo el coraje para atreverse a intentarlo. Fracasar no significa que no tiene lo que hay que tener, si no que debe aprender a hacer las cosas de otra manera. Fracasar no significa que usted es inferior, si no que simplemente, no es perfecto. Fracasar no significa que ha malgastado su vida, si no que tiene una excusa para comenzar nuevamente. Fracasar no significa que se debe dar por vencido, si no que debe poner mas empeño en lo que hace. Fracasar no significa que jamás llegará a triunfar, si no que precisa tener mas paciencia."

 

“¡Soy un fracasado!” 

Quizá no exista otra autoacusacion y/o sensación que cause peor malestar general y dolor emocional que ésta. Es paradojico, y casi incomprensible, cómo un ser humano que desea su propia felicidad se trate con tanto desprecio a si mismo. Las preguntas obligadas ante tal desfachatada autoacusación serían las siguientes: ¿cómo llega una persona a tal punto de autocritica negativa y autodesprecio?, ¿de donde, procede realmente ese sentimiento tan negativo y dañino para la propia autoestima?, y finalmente ¿cómo se puede evitar y/o aliviar?

Pero qué entendemos de verdad por el termino "fracasado?" Uno de los grandes temores del ser humano es el fracaso. Tenemos miedo a ser rechazados, de equivocarnos, de tropezar, de caer, y hasta de levantarnos. El sentimiento de fracasado es aquel que padece la persona que no tiene éxito y que está desprestigiado a causa de los reiterados fracasos padecidos. El mayor fracaso que uno puede vivir consiste en sentirse fracasado por cosas, eventos, valores, y juicios en que los que creen los demas, no uno mismo; además de no saber como ser feliz. El juego que juega el fracasado es un juego macabro en el cuál paradojicamente para poder ganar, primero hay que perder y darse la espalda a uno mismo. Un perdedor es alguien que ha cometido un error y no ha sabido transformarlo en experiencia.

Hace unos cuantos años, la historica y pintoresca ciudad de Amsterdam era mi lugar de trabajo profesional y residencia. Hace algunos años, Holanda o "Netherlands," consistia en un 33% de un grupo de pantanos que se encontraban a las orillas del Mar del Norte. Con el paso del tiempo esa zona empantanada llegó a convertirse en un gran imperio, y en la actualidad es un pequeño pais con una larga e importante historia. Un pais donde, gracias a la experiencia la gente aprendió a vivir y a convivir en paz, asi como con respeto y tolerancia.

La palabra "Netherlands" o "Paises Bajos" en realidad representa unas areas geografica de "zonas bajas" situadas entre sesenta centímetros y cinco metros debajo del nivel del mar. Solo bastaría una inundacion de seis metros de profundidad para que tanto Amsterdam como Rotterdam, y todas las demás principales ciudades del pais fueran literalmente inundadas y borradas de la superficie de la tierra por las aguas del Mar del Norte. Pues bien esta aparente vulnerabilidad, fragilidad, o debilidad que esgrime Holanda ante las poderosas e impredecibles fuerzas de la naturaleza, ha sido también la primordial causa y origen de su gran capacidad y poderio como pais.

En esos tiempos los holandeses, tenian la difícil tarea de establecer sus viviendas en la zona pantanosa inundada, como esas zonas eran inhabitables, tuvieron que drenarlas mediante unos molinos que actuaban como bombas para eliminar el agua del mar. De ahí que en Holanda aún existan tantos, y tan bonitos, molinos. Tanto la supervivencia como el futuro dependia exclusivamente de ellos mismos y de su ingenio. Fue así, en el conflicto que se desarrolló entre el mar, el terreno pantanoso, y las implacables fuerzas de la naturaleza, como el pueblo holandes supo unirse, creer en ellos mismos, enfrentarse a la realidad, y triunfar.

Recuerdo como casi todos los fines de semana tomaba el tranvia en Amstelveen - que significa "Pantano del Rio Amstel" -  para ir al centro urbano y disfrutar de sus bonitas librerías y cafeterías, así como de sus museos y múltiples actividades culturales, como el Rijksmuseum y el van Gogh Museum. Para ser sincero, hubo ocasiones en las cuales me sentía como si estuviese paseando por el mismísimo ombligo cultural del planeta.

Uno de esos fines de semana, cuando me baje del metro, fui caminando a lo largo de las angostas calles y los pequeños puentes que se extienden sobre los canales, cuando de repente "algo" me sacó de aquel ensueño y llamó mi atención. Tome consciencia de que ese “algo” estaba llamando poderosamente mi atención desde una pared próxima a un pequeño comercio. Obedeciendo a mi intuición, di media vuelta y me vi cara a cara con un graffiti de gran tamaño escrito en letras color naranja tirando a rojizo. Al leer su contenido debo admitir que me causó gracia y cierta perplejidad, esbocé una media sonrisa, e inmediatamente pensé que se trataba de una broma de algún individuo rebelde, marginado, o poco en contacto con la realidad.

El graffiti decia textualmente: “Un perdedor feliz no es consciente de que le falta el éxito, y por eso no hará nada para alcanzarlo. Un esclavo feliz no es consciente de que le falta la libertad, y por eso no hará nada para alcanzarla.”

Lo volvi a leer. Luego lo lei una y otra vez por si me estaba perdiendo algo, y me quedé meditando en silencio sobre los conceptos que implicaban esas palabras que tan cuidadosamente habian sido escritas.

Pues bien, esas palabras conllevaban un gran peso filosofico ya que implican que si todos nosotros fuésemos perdedores o esclavos felices, tanto el éxito como la libertad dejarían de existir, ya que nadie sabría o tendría consciencia de lo que representan. El término clave aquí es la palabra “feliz,” ya que siendo feliz, consciente o inconscientemente, que mas da, si uno fracasa o si es un esclavo. ¿O no?

La esencia, sin duda alguna, corresponde al deseo humano de lograr un estado de felicidad. Una sensacion interior placentera libre de temor, al mismo tiempo consciente e inconsciente, que no se corresponde para nada con lo que uno tiene o lo que uno es, si no mas bien con lo que uno desea tener o desea ser, con acento muy especial sobre el término: “deseo.” Francamente hablando, aquel graffiti me impresionó profundamente. Sin duda alguna, el autor del graffiti, de inculto o rebelde no tenia nada.

Pero el significado de aquel graffiti extendía sus tentaculos filosóficos mucho mas allá de su simple lectura y comprensión, y se puede establecer una clara comparacion y contraste con las vidas y actitudes de algunos atletas de élite con los cuales he trabajado a lo largo de los últimos treinta años. Muchos de ellos tenían una mentalidad de perdedores fracasados felices y/o de esclavos felices que por mas que entrenasen los conducía al fracaso una y otra vez. Algunos de ellos incluso llegaron a abandonar el deporte de alta competición, ya que en esencia perdieron ante ellos mismos.

Por lógica se supone que la mayoría de estos atletas pretendian alcanzar el mayor éxito posible, pero paradójicamente, y a pesar de intentarlo una y otra vez, no lo lograban. Y no lo lograban debido a su condicion intrinseca de sentirse perdedores o esclavos felices – y por estar plenamente satisfechos con ellos mismos ante el reiterado fracaso personal.

En el trato dia a dia con estos deportistas, no es difícil comprender por qué pierden toda posibilidad de lograr el éxito competitivo así como la propia libertad. De hecho, piensan en ganar pero no ganan, compiten contra otros para logarlo, pero no lo logran. En realidad, que es lo que les sucede, y por qué?

Retrocediendo en sus respectivas vidas, la imponente e intransigente autoridad de sus padres, de sus profesores, de sus parejas, de sus entrenadores, o de sus jefes, sencillamente no les ha permitido jamás llegar a ser autenticamente ellos mismos, ni desarrollarse como ellos hubiesen deseado, o vivir la vida que realmente desean, o simplemente hacer lo que les apetecería. La sociedad en su conjunto, digamos “el sistema,” les presiona, estrangula, e impide que sean realmente libres. En consecuencia sufren profundamente y buscan ayuda y alivio donde sea - a veces incluso en perjuicio a ellos mismos.

Pensar exclusivamente en positivo no les vale para triunfar o para ser libres, ya que esta situacion suele ser la via mas rapida y efectiva para convertirse en un perdedor y esclavo feliz. De hecho una persona que piensa exclusivavente en positivo - sin hacer entrar en acción la convicción sensorial de sus emociones - con el tiempo se convierte en un perdedor feliz. Para ganar hay que sentir pasión.

Hay algo que falla una y otra vez. Es muy duro y a la vez sumamente difícil tomar plena conciencia de todo ésto dentro de la realidad, así como lo es tener que asumir la total responsabilidad de lo que uno debe hacer para remediarlo. Quizá ésto ultimo sería más duro sufrirlo en plena consciencia, que sufrirlo en ausencia de una consciencia, ya que se asume que sin consciencia o con una consciencia alterada, el dolor tenderá a ser menor. Pero esto no es así.

Este proceso de alteración o eliminación de la consciencia se presenta cuando la tentación de la trampa o el desvio fácil de la realidad puede ser demasiado atractiva como para resistirla. De hecho, cada vez más personas se dejan seducir por ella con la intencion de engañar a la vida. Temo tener que decirles que los arreglos rápidos, insulsos, y superficiales a modo de tiritas y aspirinas, que distorsionan y/o esquivan la realidad, sencillamente no funcionan en la vida. Todos ellos conducen a una seria perdida de autorespeto y autoestima.

Ahora bien, ¿qué pasa con los que no estan felices con la consciencia de estar perdiendo, dirigiendose al fracaso, o convertiendose en esclavos? Para éstos, ¿qué cosa más sencilla existe que aplicarse un "anestésico psiquico" cuya función sea la de modificar y/o modular el dolor de la sensación consciente de fracaso o el sufrimiento que conlleva la falta de libertad? Sobre todo si ese anestésico está facilmente al alcance de la mano, es barato, e incluso está bien visto en algunos círculos, donde casi queda mal no consumirlo. Como ya sabemos, en primer termino esta el alcohol, y luego otras sustancias ilegales de uso y abuso recreativo que por lo general se fuman, se ingieren, o se inhalan.

Te lo bebes, te lo fumas, te lo tragas, o te lo inhalas, y ya no te enteras para nada de tener que enfrentarte cara a cara con tu cruda realidad - de tu sensación de fracaso - o de tu sensacion de dependencia. Eso es lo que duele al fin y al cabo, y de paso te rebelas y estas de moda. La sensacion de fracaso es una herida emocional profunda que duele en el alma, y no se quita con estas sustancias. Hablando metaforicamente sería como intentar acabar con el mal olor de una deposicion canina en una habitación vaciando en ella el contenido de un aerosol de perfume, en vez de limpiar el suelo con agua y jabon, y ventilar la habitación. En el primer caso solo lo taparíamos momentaneamente y quizá incluso huela peor, mientras que en el segundo se eliminaría por completo y para siempre. Ahí esta la gran diferencia.

Cuando se pasa el efecto de las sustancias, la situación sigue doliendo igual o más que antes, y no se ha hecho absolutamente nada consciente y productivo para cambiarla. Luego, y a medida que uno carece mas y mas de autoestima, vuelve a consumir otra dosis, y así consecutivamente se va engañando y enganchando hasta convertirse en un perdedor feliz adicto, a quien le da totalmente igual perder que ganar. O bien se convierte en un esclavo feliz de la sustancia a quien le da igual estar donde sea en vez de sentirse plenamente consciente de su vida, asumir sus responsabilidades, y sentirse interiormente libre y feliz.

Es muy fácil pasar de ser un perdedor a ser un perdido en la vida. La bisagra se abre con facilidad hacia un lado o el otro. No obstante, el único muro que no puede atravasar cualquier sustancia de uso o abuso es el de la autoestima, ya que tener autoestima significa vivir dentro de la realidad. La persona con autorespeto y autoestima sabe que el único lugar para ocultar el dolor de una experiencia negativa es detrás de una sincera y genuina sonrisa, así como en la decisión consciente de realizar un nuevo intento.

La decisión descansa en usted.

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