Borderline II

Guillermo Laich
11/04/2020 14:20

 

 

 

Te odio pero no me abandones ...

 
Factores de Riesgo
 
Las cuatro categorías generales de factores de riesgo para los trastornos de la personalidad son las siguientes: 1.- factores genéticos: los estudios de gemelos monocigóticos muestran una mayor tasa de concordancia que los estudios de gemelos dicigóticos; la incidencia es mayor en aquellos con una historia familiar positiva de trastornos de personalidad; 2.- disfunción familiar: la mala crianza y la privación afectiva hacia el niño por parte de los padres son riesgos para el desarrollo normal y correcto del niño; 3.- factores económicos: la falta de recursos económicos, la falta de recursos humanos, el abuso infantil por parte de los padres (incluye el abuso físico, sexual (este esta especialmente ligado al trastorno borderline), y emocional - así como la frialdad y el abandono que recibe el niño; y 4.- factores sociales: un bajo nivel socioeconómico y el refuerzo social de las malas y anomalas conductas perpetuan el cuadro.
 
Síntomas Clínicos Generales del Borderline
 
Estas personas están clasificadas en el grupo B, que consiste en individuos dramáticos, emocionales, y salvajes. El sello distintivo del trastorno límite de la personalidad es la inestabilidad emocional. Debido a estas características clínicas, las personas borderline no se aguantan a si mismas, y confían y dependen desesperadamente en los demás. Su constante estado desesperación causa que sus interacciones con otras personas sen de dos tipos: 1.- "te odio pero no me abandones;" y 2.- “mejor mal acompañada que sola.”
 
Hay ocho características clínicas generales que sirven para definir el trastorno: 1.- abandono temido (real o imaginario); 2.- inestabilidad emocional; 3.- ideación y/o comportamiento suicida; 4.- relaciones intensas e inestables; 5.- poco control de la ira y la furia; 6.- gran impulsividad; 7.- sentido distorsionado de la propia identidad; y 9.- sentimientos crónicos de vacío o entumecimiento interno. 
 
Síntomas Clínicos Específicos del Borderline
 
Existen nueve criterios o síntomas de diagnóstico específicos para el trastorno límite de la personalidad en el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-5). Para establecer diagnostico de borderline, deben estar presentes cinco de los nueve criterios. No obstante, también es común agrupar los síntomas del trastorno en cuatro dominios, denominados:  A, B, C, y D.
 
Dominio A: 
 
Respuestas emocionales excesivas, inestables, y mal reguladas. Las emociones más comúnmente afectadas son la ira, la ansiedad, y la depresión. De los nueve criterios del DSM-5 para el trastorno límite, tres caen en este grupo:
 
1.- Inestabilidad afectiva (emocional) incluyendo angustia emocional intensa y episódica, irritabilidad, ansiedad, y ataques de pánico
 
2.- Enojo inapropiado, intenso y difícil de controlar, y sentimientos crónicos de vacío.
 
3.- Hiperreactividad emocional a modo de "tormentas emocionales," o respuestas emocionales que ocasionalmente son poco reactivas, y frecuentes episodios de soledad y aburrimiento.
 
Dominio B: 
 
Comportamientos impulsivos que son dañinos para la persona o para los demás. Dos de los criterios del DSM-5 para el trastorno borderline están en este grupo:
 
1.- Actos autodestructivos como gastos excesivos, conducta sexual insegura e inapropiada, abuso de sustancias, conducción temeraria, y atracones.
 
2.- Comportamiento suicida recurrente, gestos, amenazas, o comportamiento autodestructivo como cortarse o golpearse. Si se corta bajo estrés, debe ser evaluado por un psiquiatra para determinar por qué lo hace, ya que es una actividad peligrosa y una causa frecuente es el trastorno borderline.
 
Adicionalmente, puede tener otros comportamientos impulsivos como acciones que son dañinas y destructivas para si mismo, para los demás, o para la propiedad.
 
Dominio C: 
 
Percepciones inexactas de sí mismo y de los demás, y altos niveles de desconfianza y sospecha. Dos de los criterios del DSM-5 para el trastorno borderline están incluidos en este grupo:
 
1.- Una imagen o sentido de sí mismo marcadamente y persistentemente inestable (percepciones de sí mismo y su identidad) y la sospecha de los pensamientos de los demás sobre el, e incluso una ideación paranoica, o episodios disociativos transitorios y relacionados con el estrés durante los cuales siente que uno y/o su entorno son irreales. Estos últimos se conoce como despersonalización y desrealización, respectivamente.
 
2.- Otros síntomas en este dominio incluyen el pensamiento de "escisión o splitting" basado en el todo o nada, dificultad para integrar y ordenar sus pensamientos para que tengan sentido, y la resolución mediante nacionalización de los problemas, especialmente los conflictos sociales.
 
Dominio D: 
 
Finalmente, puede que experimente relaciones tumultuosas y muy inestables. Los dos últimos criterios del DSM-5 caen en este grupo:
 
1.- Puede realizar esfuerzos frenéticos para evitar el abandono real o imaginario. Sus relaciones pueden ser muy intensas, inestables, y alternar entre los extremos de idealizar en exceso y subestimar a las personas que son importantes en su vida.
 
2.- También puede reconocer que tiene un comportamiento excesivamente dependiente y aferrado en las relaciones importantes. Además, puede tener expectativas constantes de actitudes y comportamientos negativos y perjudiciales por parte de la mayoría de las personas, así como dificultad para razonar con claridad en situaciones sociales estresantes.
 
Estudios de Imagen via Resonancia Magnética (MRI)
 
Las personas borderline generalmente muestran menos respuestas dentro de un área llamada unión temporoparietal. Se sabe que esto se produce cuando se consideran las creencias e intenciones de uno mismo y de los demás. Aquellos que fueron físicamente maltratados cuando eran niños obtuvieron respuestas significantes, proporcionando pistas sobre cómo se desarrolla el trastorno.
 
Al observar los síntomas experimentados, se encontró que aquellos que temían ser abandonados mostraban una respuesta disminuida en la corteza frontal inferior. Una vez más, esta región resulta crucial para la evaluación social y para poder suponer o imaginar lo que otros están pensando de uno. Podría ser que esta falta de sensibilidad del cerebro a la inclusión social pueda impulsar los sentimientos de abandono.
 
En los centros de recompensa del cerebro surgió un patrón similar ya que las parecían ser menos sensibles, y en la medida en que sus centros de recompensa no lograban anticiparse a la inclusión social, más severa era su sensación de abandono. Como los centros de recompensa del cerebro hacen un uso significativo de los neurotransmisores dopamina y serotonina, puede ser que aquellos medicamentos que mejoren las vías dopaminérgica y serotoninérgica sean beneficiosos para los borderline.
 
A pesar de todo lo anterior, las dos estructuras básicas del sistema nervioso central que de forma consistentemente son diferentes en los pacientes con personalidad borderline mas un fuerte historial de traumas y vejaciones infantiles son: 1.- la amígdala, que siempre se encuentra reducida en volumen e hiperactiva; y 2.- el eje hipotalámico pituitario suprarrenal (eje HPA), que se encuantra crónicamente hiperactivo.
 
¿Como es la Crianza de un Borderline?
 
La pregunta es muy interesante ya que apunta hacia un entendimiento empático sobre cómo fue criada la persona cuando era pequeña, y también considerando los datos neuroanatómicos y neurofisiológicos. No obstante, y según la psiquiatría actual, aun no se sabe exactamente como se llega a ser un borderline. No obstante, a continuación avanzamos un probable escenario.
 
Cualquiera que tenga un hijo o una hija sabe que aproximadamente a los dieciocho meses de edad, el infante sale de la habitación, juega solo por unos minutos, y luego vuelve a la habitación en busca de su madre. Con alegria y una amplia sonrisa, la madre coge a su hijo en brazos, le aprieta con cariño a su pecho, y finalmente le da un beso que transmite toda su aceptación y dulce amor. 
 
Un afecto materno y paterno autentico y constante permite que el niño desarrolle un imagen real y estable de sí mismo. Mediante un comportamiento materno y paterno estable y fiel, el niño es capaz de desarrollar la capacidad para tranquilizarse a sí mismo, así como aprender a tolerar las múltiples vicisitudes de la vida. Esta etapa en el desarrollo marcara, en gran medida y para siempre, el flujo y el ritmo de la tolerancia y la autorregulación emocional del niño.
 
Lamentablemente este bonito proceso no siempre sucede tal cual. A veces un niño sale y vuelve a entrar en la habitación sólo para ver que su madre o su padre han desaparecido, que lo han dejado solo, que no les importa, que no lo reciben con aceptación y amor, que uno o ambos están borrachos, que han fumado unos porros, que están drogados, o que se comportan como personas abusivas en el sentido verbal, emocional, físico, y sexual. 
 
Tal comportamiento de carácter inconsistente, negligente, abusivo, y de rechazo, por parte de los padres genera en el niño un miedo atroz al abandono y retrasa o frena  considerablemente el desarrollo emocional del niño. En tales condiciones el niño o niña se siente solo, perdido, temeroso, enojado, sin identidad, y carente de todo amor, aprecio, y valor.
 
Con el paso de los años, los sentimientos de ineptitud e inutilidad, así como la carencia de una clara identidad sobre sí mismo pueden provocar cambios frecuentes, violentos, negativos, y erráticos en los estudios primarios y secundarios, la elección de carreras profesionales, las elección de amistades, el desarrollo de valores, y la capacidad para establecer una sólida y funcional filosofía de vida.
 
Todo lo anterior bien puede ser gran parte de la razón por la cual las personas borderline se ven a sí mismas como esencialmente malas o indignas de lograr o merecer amor y/o éxito en la vida. Se sienten injustamente incomprendidos, rechazados, maltratados, aburridos, y vacíos. Tales sentimientos acaban por producir en el interior del borderline una serie impulsiva de esfuerzos frenéticos para evitar estar solos, en forma de paradojas tipo: "te odio pero no me abandones," y “mejor mal acompañada que sola.”
 
En esencia, los borderline si bien son capaces de tolerar el dolor físico, definitivamente no son capaces de tolerar el dolor emocional. 
 
Debido a sus dolorosas experiencias y recuerdos infantiles – tanto concientes como inconcientes – suelen ser muy sensibles a todo tipo de rechazo, reaccionando a modo de un niño con extrema ira y angustia a separaciones tan insignificantes como unas vacaciones, un simple viaje de negocios, o un mero y repentino cambio de planes.
 
En todo este proceso, hay que tener en cuenta que un niño no es un adulto pequeño, sino un adulto incompleto. Este concepto fundamental constituye el eje central para comprender la gran parte de la psicología y la psiquiatría infantil. Si los padres no lo ayudan a completarse y convertirse en adulto maduro, permanecerá como un niño inmaduro – en nuestro caso, un borderline. 
 
De esta manera, un borderline, a medida que avanza en años, tiende a permanecer un pequeño, insignificante, solitario, y temeroso niño que se siente mal y constantemente busca la seguridad, la aceptación, el confort, y el amor en los ausentes brazos de sus padres. 
 
La “imitación de adulto” que resulta de esta serie de acontecimientos, puede provocar que el borderline se plante en los cincuenta años de edad con serios problemas emocionales. Problemas directamente relacionados su calidad de "niño-adulto" que no logra superar. En esencia, estamos hablando de una persona incompleta que jamás llego a navegar de forma correcta las distintas etapas del desarrollo que conducen a la madurez. Etapas que lo habrían llevado a un desarrollo adulto, maduro, saludable, coherente, e independiente.
 
Resumen
 
Un trastorno de personalidad está presente sólo si los rasgos de la personalidad de la persona son sumamente rigidos e inflexibles. No hace falta explicar que padecer una seria enfermedad médica o psiquiátrica suele sacar lo peor que contienen nuestras personalidades. En muchos casos es la propia enfermedad la que habla o se comporta, y no la autentica persona. Estos dos factores deben ser tenidos muy en cuenta cuando se trata con estas personas desde una perspectiva personal o médica. 
 
El resultado final de un borderline suele ser una personalidad infantil, inestable, impulsiva, errática, enojada, mala, malhumorada, vacía, seductora, mentirosa, terca, manipuladora, chantajista, peligrosa, autodestructiva, e inmadura. Los seis mecanismos de defensa utilizados por estas personas son la escision (splitting), la negación, la identificación proyectiva, la actuación, la idealización, y la devaluación.
 
Si bien esta definicion suena muy contundente, suele ser bastante exacta. Estas personas deben ser comprendidas y ayudadas lo mas posible con el fin de lograr una adaptacion razonable a la vida y el mundo. El trastorno, que - como hemos dicho - es más frecuente en las mujeres, suele aparecer a principios de la edad adulta y tiende a desaparecer a partir de la mediana edad.
 
Cuando tengan tiempo, echen un detenido vistazo a la película: "Atracción Fatal" y obtendrá un concepto muy claro de lo que significa ser un borderline. Podran apreciar como se sienten internamente y como se comportan externamente. En el film, la actuación de la actriz estadounidense Glenn Close es excelente, valiéndole una nominación al Oscar en el año 1987.
 
 
 
 
 
 

 

Añadir un comentario:

Nombre:

E-Mail: (no será público)

Comentario:

Enviar >>