El Sensei es y actúa sin necesidad de hacer. Enseña sin necesidad de decir ni explicar cosa alguna. Los eventos y las cosas surgen espontáneamente. El deja que las cosas vengan y desaparezcan, permitiendo que partan con total libertad.
Dos Modos de Entender la Enseñanza y el Aprendizaje
El Sensei simplemente es y actúa sin necesidad de hacer, y enseña sin necesidad de decir ni explicar cosa alguna. Los eventos y las cosas surgen espontáneamente, y el deja que vengan sea cual sea su procedencia; las cosas desaparecen repentinamente y permite que partan hacia donde sea que vayan.
El Sensei tiene y contiene, pero en realidad no posee nada y vive en la nada: actúa directamente, no espera nada, y solo se tiene a si mismo. Cuando su clase en el Dojo concluye, esta desaparece de su consciencia y es olvidada por completo; por eso permanece en las profundidades del inconsciente, siendo tanto imperecedera como eterna.
A continuación, y en base a lo anterior, se enumeran una serie de requisitos esenciales para la correcta enseñanza del karate. A modo de comparación y contraste, tal enseñanza se ajusta íntimamente a la difícil y sofisticada enseñanza de la guitarra clásica española … y no de la más simple guitarra eléctrica.
De hecho, el famoso guitarrista Carlos Santana hablo con la mayor precisión cuando expreso lo siguiente: “las cuerdas de mi guitarra eléctrica son afinadas por los ángeles, mientras que las cuerdas de la guitarra clásica española de Paco de Lucia son afinadas por Dios.”
Se sugiere ir a YouTube y disfrutar del guitarrista clásico Español Paco de Lucia interpretando el tema “Entre Dos Aguas.” Ahí acabarán las dudas sobre lo que deseo transmitir.
1.- Se Requiere Confianza
Un Sensei, como un buen artista, es algo único. El objetivo del Sensei es comprender el karate en la mayor profundidad y extensión, así como ayudar al alumno a ir logrando la misma comprensión. Ser auténtico y genuino siempre es la mejor política. La confianza mutua entre el Sensei y su alumno es fundamental en el Dojo.
Los alumnos principiantes exhiben distintos grados de confianza y deben comenzar a comprender e interiorizar el verdadero significado del karate. El impulso y el coraje solo provienen de la verdad y tanto el Sensei como el alumno deben dejarse guiar por ella.
La confianza mutua se ve facilitada por una serie de factores: 1.- interés del Sensei en ayudar al alumno; 2.- capacidad para desarrollar progresivamente el cuerpo y la mente del alumno; y 3.- saber utilizar correctamente los conocimientos y las experiencias que comparten en el Dojo.
La habilidad más valiosa del Sensei consiste en saber confiar plenamente en sí mismo, de acuerdo a sus propias intuiciones y sensibilidad. En caso de no ser así, nada de lo que enseña tendrá mayor relevancia.
Por lo general, el alumno desea experimentar una profunda sensación de valor y paz espiritual. Al principio el alumno no posee las herramientas para mirar hacia su interior. El Sensei es quien debe proporcionar tales herramientas.
Con tal fin, el Sensei debe crear un ambiente libre y seguro que permita al alumno abrir las puertas de su corazón y mente. Dicho clima favorece el aprendizaje y permite al alumno explorar su interior, fomentar su deseo de aprender, y desarrollar un sentido maduro e independiente del propio bienestar.
El objetivo principal del Sensei consiste en el gradual desarrollo técnico y emocional del alumno, así como su evolución como persona honorable y de bien. El Sensei ve y escucha muy atentamente todo lo que ocurre entre él y su alumno durante la clase y, en futuras clases, escucha y considera aún más de cerca sus pensamientos, sentimientos, y comportamientos.
A todo esto, el Sensei también mira hacia su propio interior, sintonizando con sus propios pensamientos, sentimientos, y comportamientos, asi como aquellos recuerdos que le surgen antes, durante, y al finalizar la clase. Tal actitud permite disolver las defensas psicológicas del alumno con el fin de ayudarlo a mejorar su técnica, su carácter, y el conocimiento de sí mismo.
2.- Se Requiere Honestidad y Respeto
Las buenas relaciones humanas se basan en la honestidad y el respeto mutuo. El respeto constituye un sentimiento de profunda admiración o estima por el otro. También se refiere a la debida consideración por los derechos de los demás.
Por ello el Sensei debe mirar profundamente dentro de sí mismo, así como en el interior de su alumno. Si bien es posible cultivar el talento en soledad, el carácter y el respeto requiere estar integrado en un dojo bajo la penetrante y magistral mirada del Sensei.
Todo ello significa aceptar al alumno tal como es, incluso cuando no estamos de acuerdo con él. La honestidad y el respeto en la relación Sensei-alumno genera confianza, seguridad, y bienestar. El respeto no tiene por qué ser natural, sino aprendido, especialmente en el dojo.
3.- Se Requiere Intimidad Psicológica
El Sensei debe brindar una intimidad psicológica a sus alumnos tanto dentro como fuera del dojo. Debe esforzarse por eliminar los obstáculos irracionales que se interponen en el camino del crecimiento personal y desarrollo técnico del alumno. En tales casos, una cálida y empática escucha representa la herramienta más básica y poderosa en el arsenal del Sensei.
El Sensei debe esforzarse por comprender lo que el alumno le dice y como lo dice, observando la secuencia y el estilo de su narrativa, y considerando lo que no dice y lo que no es capaz de decir.
El Sensei también debe buscar comprender el tono emocional subyacente a las palabras del alumno, observando las expresiones posturales y faciales que acompañan a su narrativa. Por todo ello, el Sensei debe saber escuchara su alumno muy atentamente con el fin de crear un fuerte vínculo entre ambos.
4.- Se Requiere Comprensión y Evaluación del Alumno
Este proceso consta de varios pasos o etapas y no está completo hasta que el Sensei y su alumno se conocen bien y desarrollan una mutua confianza y respeto. Con el tiempo, el discurso del alumno se tornara multifactorial y multidimensional, abarcando varias áreas y dimensiones tanto tangibles como intangibles.
En tal caso, el Sensei y su alumno deben intentar captar la individualidad y la complejidad de la situación. En este proceso, el Sensei no trata de hacer feliz al alumno, sino de ayudarlo a ser auténtico, y a asumir plena responsabilidad por lo que suceda o no suceda en su vida.
Por lo tanto, el Sensei debe ser reflexivo ante su alumno y reflejarle, a modo de un espejo humano, cuál es su auténtica identidad. Sólo cuando el Sensei logre aceptar plenamente al alumno, este automáticamente se aceptará a sí mismo. En ese preciso momento comenzara a cambiar su carácter y técnica en acorde.
5.- Se Requiere Comprensión y Evaluación del Sensei
El alumno siempre alberga muchos y cambiantes sentimientos respecto al Sensei. El alumno siempre esta evaluando el dominio técnico, la proximidad, y la comprensión empática del Sensei. De hecho, y en las clases iniciales, el Sensei intenta lograr ser aceptado por el alumno.
Al ser aceptado como tal, la auténtica alianza Sensei-alumno comienza a surgir a modo de una autentica relación. Los silencios del Sensei se producen con el fin de facilitar al alumno la escucha e interpretación del diálogo que procede desde su interior.
En caso de que la evaluación del Sensei por el alumno sea negativa, esta sera capaz de causar un abrupto deterioro en la relación. Tales casos ocurren a menudo y deben ser tratados con paciencia y madurez por parte de ambos. El pensamiento claro, la madurez emocional, y la escucha activa del Sensei eventualmente acabará con las supuestas diferencias.
El alumno debe saber que el Sensei posee una mente experimentada y madura, así como de gran integridad y honorabilidad, que le ayudará a encontrar su propio camino y voz.
6.- Se Requiere Apego Entre el Sensei y su Alumno
El apego al Sensei siempre debe reconocerse como un proceso natural. Además, requiere una discusión sincera y profunda entre ambos. Debido a su origen psicológico, a menudo se supone que la transferencia no existe en la relación Sensei-alumno. No obstante, siempre está presente.
El estímulo, la humanidad, la amabilidad, el apoyo, el autodescubrimiento, el crecimiento personal, y la optimización básica del carácter, son elementos que el Sensei debe tener en cuenta con su alumno.
La transferencia es una experiencia humana más que una concepción ideológica. Se origina en procesos inconscientes que misteriosamente vinculan al Sensei con experiencias previas del alumno. En ocasiones, surge espontáneamente durante un a clase en el dojo. Pero la mayoría de sus manifestaciones surgen durante los períodos de distancia y silencio que existen entre clase y clase.
Las transferencias suelen residir en la intimidad del propio alumno y se mantendrán lejos del conocimiento del Sensei. En ocasiones, el alumno se acerca al Sensei para alejarse de sí mismo, y también porque se busca a sí mismo.
7.- Se Requiere Respeto a la Intimidad del Alumno
La narrativa del alumno no siempre será verídica y/o acertada. Habrá cosas y eventos que el alumno contara fácilmente, otras que no contara, otras que teme contar, y otras que directamente es incapaz de contar. Por todo ello, las circunstancias de la vida del alumno, la evolución de su confianza y habilidades de enseñanza, el conocimiento, y la perspectiva y el estilo del Sensei, todos ellos integrados, contribuirán positivamente a la calidad de la relación Sensei-alumno. Cuando se respeta e implementa correctamente todo lo anterior, el alumno pasará de sentirse encerrado y ensimismado a sentirse abierto y receptivo a nuevos conceptos, actitudes, y experiencias.
8.- Se Requiere Conocimiento, Experiencia, y Liderazgo
Idealmente, el Sensei debería ser técnicamente competente, así como cálido y genuino. También implica saber tomar decisiones difíciles y acertadas, crear visiones claras, establecer metas razonables, y brindar a su alumno el conocimiento y las herramientas necesarias para lograr tales metas.
Además, debe saber hacerlo sentir bienvenido, aceptado, y cómodo en los confines del dojo, así como estar dispuesto a reconocer sus errores rápidamente y de forma honesta y madura.
En resumen, podemos afirmar que un Sensei debe poseer las siguientes características: 1.- confianza en sí mismo; 2.- habilidades de comunicación fuertes y claras; 3.- pensamiento creativo e innovador; 4.- perseverancia ante el fracaso; 5.- voluntad para asumir riesgos; 6.- apertura y adaptación hacia el cambio; y 7.- sensatez y capacidad de reacción en tiempos de crisis.
El consenso general es que los buenos Sensei tienden a crear visiones claras y metas reales y alcanzables en la mente de su alumno, además de motivarlo hacia el logro de tales metas. Esto lo hace trazando una dirección y un sentido, e inspirando a los demás a lograr resultados semejantes.
9.- Se Requiere Enseñanza y un Aprendizaje Estructurado y Sistemático
La enseñanza y el aprendizaje estructurado y sistemático se definen como aquellos comportamientos, desempeños, y/o resultados que se logran en una serie de pasos reglamentados y bien pensados que conducen al logro de un objetivo o comportamiento específico.
Nos referimos a una construcción estratégica que procede desde lo más simple, a lo intermedio, y finalmente a lo más complejo. El proceso refleja una estrategia coherente aplicable a cada nivel de dificultad. Lo más importante consiste en la capacidad para establecer estándares y resultados progresivos de aprendizaje adecuados para el alumno.
Este enfoque considera el programa educativo a modo de un sistema de partes o secciones estrechamente interrelacionadas e interactivas. O sea, una filosofía de enseñanza y aprendizaje bien orquestada en la que se integran armoniosamente tres elementos básicos: 1.- técnica básica; 2.- sparring controlado; y 3.- kata.
10.- Se Requiere una Progresión no Lineal del Alumno
El progreso del alumno nunca se logra en línea recta. El alumno mejorará con el tiempo, pero de una forma ondulante con altos y bajos. Se debe considerar la adaptación adecuada de alumno a procedimientos de periodización a corto y largo plazo.
Generalmente, suele producirse una mejoría inicial dramática consecuencia del apego al Sensei y el ambiente del dojo. Sin embargo, la transformación completa en una persona con alta autoestima, emocionalmente madura, y con buen funcionamiento técnico requiere de serios cambios internos del alumno.
11.- Se Requiere Apertura y Accesibilidad por Parte del Sensei
La enseñanza y el aprendizaje del Karate consiste en un intercambio de información bidireccional entre dos seres humanos. En esencia, es una forma de rúbrica. Por rúbrica nos referimos a una estructura tipo paraguas bajo la cual existe una amplia gama de intervenciones e intercambios técnicos y filosóficos.
Podemos pensar en ello como un conjunto de criterios para evaluar y calificar objetivamente el desempeño y/o la mejora del alumno. Concierne un intento de comunicar al alumno las expectativas que el Sensei tiene sobre la calidad de alumno con respecto a una técnica específica, un determinado estado de ánimo, o bien una especial disposición espiritual.
Sin embargo, e independientemente de la forma o estilo, la manera de enseñanza preferida de un buen Sensei a menudo genera fuerza y pasión espiritual, confianza y respeto, dedicación y disciplina, valor y autoestima, educación y confianza, humildad sin servilismo, identidad y afiliación, respeto mutuo y sincero, y el desarrollo de una filosofía de vida funcional y bien contrastada con la realidad.
12.- Se Requiere Comprender las Distorsiones Conceptuales del Alumno
Las percepcion consciente e inconsciente del alumno con respecto al Sensei concierne tres áreas básicas de distorsión conceptual: 1.- el Sensei debe ser "universalmente omnisciente," o sea, conocer todas las cosas reales, posibles, imposibles, imaginables, e inimaginables; 2.- el Sensei debe ser “infinitamente confiable,” o sea, incondicionalmente seguro, honesto, protector, y predecible; y 3.- el Sensei debe ser “existencialmente eterno,” o sea, perdurable, renovable, inmortal, y estar siempre ahí para el alumno.
Finalmente, recordemos que el Sensei es un ser humano altamente educado. Por lo tanto, no debe reconocer ni acomodar tales ilusiones como parte de la vida real. Sabiendo que todas las realidades humanas son parciales, su mente madura debe considerar tales distorsiones como simples fantasías, desde una perspectiva neutra, y sin prejuicios.
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