Rudyard Kipling: Fortitud

Guillermo Laich
06/04/2018 22:39

 

Rudyard Kipling (1865-1936)

 

Fortitud significa poseer la fuerza o fortaleza emocional para soportar el mayor sufrimiento y las mayores dificultades con entereza, madurez, y sin quejarse. En esencia, es estar en posesión de una especie de coraje moral que permite continuar hacia delante con fuerza y confianza, ante las mayores adversidades imaginables, cuando todo aparentemente esta perdido, y cuando continuar luchando y resistiendo se torna absolutamente fútil. Fortitud significa asumir la plena responsabilidad ante una situación desfavorable y hacerle frente. Poseer fortitud intestinal significa tener agallas.

 

                              "If" ... “Si”

 
Si puedes estar tranquilo cuando todos a tu alrededor 
han perdido la cabeza y te culpan por ello,
Si puedes confiar en ti mismo cuando todos dudan de ti
y, sin embargo, no desprecias sus dudas;
 
Si puedes esperar sin que te canse la espera,
si te injurian y no respondes a la mentira,
si te odian y no cedes al odio,
y, aun así, no pareces demasiado bueno ni hablas como un sabio;
 
Si puedes soñar, y no hacer de los sueños tu señor,
si puedes pensar, y no hacer del pensamiento tu meta,
si puedes encontrarte con el triunfo y la derrota
y tratar de la misma manera a esos dos impostores;
 
Si puedes soportar escuchar la verdad que has dicho
distorsionada por granujas para engañar a tontos,
O ver como se destruyen las cosas por las que has dado la vida,
y agacharte y reconstruirlas con viejas herramientas;
 
Si puedes poner en un montón todos tus triunfos
y arriesgarlo todo en un cara o cruz,
y perder, y empezar de nuevo desde el principio,
y no decir una palabra sobre lo que has perdido;
 
Si puedes forzar tu corazón, nervios, y tendones
a que te sirvan cuando ya hace tiempo que se han gastado,
y resistir cuando no te queda nada
salvo la voluntad que dice: “Aguantad.”
 
Si puedes hablar con masas y mantenerte integro,
o pasear con reyes sin perder el sentido común,
Si no pueden herirte ni los enemigos ni los buenos amigos,
si todos cuentan contigo pero ninguno en exceso;
 
Si puedes llenar el ultimo e implacable minuto 
con sesenta segundos de un esfuerzo máximo,
tuya es la tierra y todo lo que hay en ella,
y – lo que es mas -; serás un Hombre!
 
 
El poema que acaban de leer se titula “If” en Ingles y “Si” en Español. Fue compuesto y escrito en versos por Rudyard Kipling (1865-1936), un escritor y poeta británico, en el año 1910. Una encuesta de la BBC (British Broadcasting Corporation) realizada en el año 1995 lo señalo como el poema mas valorado en el Reino Unido. 
 
En su época Kipling fue muy valorado como poeta y se le ofrecieron una serie de honores tales como: 1.- el premio nacional de poesía Poet Laureate en 1895 (Poeta Laureado); 2.- la Orden de Mérito del Reino Unido; y 3.- el título de Sir de la Caballero de la Orden del Imperio Británico en tres ocasiones. No obstante, Kipling rechazo tales honores. Sin embargo, en el año 1907 aceptó el Premio Nobel de Literatura.
 
El poema “If,” citado en películas y canciones, traducido en todo el mundo en libros y revistas, invocado por grandes personajes, agrandado en grandes carteles, y reducido en pequeñas postales, es un poema profundo y duro, que exhorta al honor y a no rendirse nunca, a llevar siempre la cabeza alta, a no dejarse embaucar o avasallar, y a no perder el sentido de la responsabilidad y de la fortitud incluso en las condiciones mas favorables y/o adversas.
 
Si, han leído bien … “las condiciones mas favorables” … que a menudo son considerablemente mas peligrosas que las adversas.
 
Atenerse a este formidable código de pensamiento, sentimiento, y conducta es, sin ninguna duda una tarea muy difícil, y sugerirlo a un amigo, un alumno, o hijo representa una tarea audaz pero absolutamente necesaria. Este magnifico poema, expresado en voz alta y sin miedo de implementarlo plenamente y con fortitud en la vida diaria, evoca un mundo de nobles y honorables valores - tan necesarios en la actualidad.
 
Pero, ¿que es eso de fortitud?; ¿a que precisamente nos estamos refiriendo?
 
El adjetivo latín “fortis” significa “fuerte” y se encuentra en muchas palabras comunes tales como fuerza, fortaleza, fortificar, o forzar. La raíz de todas estas palabras es “forte.” La raíz corresponde a la parte común y que no cambia de las palabras, también se conoce como lexema. Como hemos visto, a partir de una raíz como “forte” podemos formar palabras que son relacionadas por su significado. 
 
Forte (del italiano forte, "fuerte") es un término que se utiliza en notación musical para indicar un grado determinado de intensidad del sonido, es decir, un matiz dinámico. La intensidad que señala es fuerte, situándose por encima de mezzoforte y por debajo de fortissimo.
 
No obstante, en una reunión social, por ejemplo, el tema de conversación puede tratar de dos formidables equipos de futbol perpetuamente enfrentados como pueden ser el Real Madrid y el Atlético de Madrid. Incluso es posible que en el seno de la discusión surja una gran controversia sobre cual es el mejor de los dos. De repente uno de ellos exclama: “por que no escuchamos la opinión de José que lo sabe absolutamente todo sobre ambos clubs.” A continuación otro dice: “precisamente, preguntemos a José, ese es su forte o punto fuerte.”
 
Un escritor puede tener el forte de saber describir lo que desea narrar con la máxima sencillez y precisión – ese seria el forte del escritor; mientras que un artista quizás sea capaz de expresar su arte visual con un gran contenido artístico y emocional – ese seria el forte del pintor. En todos estos casos “forte” significa el punto fuerte de una persona – un área en la cual es altamente capaz y también un erudito – o sea que posee un conocimiento profundo de alguna materia o área del conocimiento.
 
Ahora bien, el concepto de “fortitud” es distinto al de “forte.” De hecho suele ir mucho mas allá de la erudición implicada en este ultimo. Si bien la palabra fortitud también deriva del latín “fortis,” se refiere a un componente eminentemente emocional del ser humano. Fortitud es una forma de bravura (valentía o determinación para afrontar situaciones complicadas), pero no del tipo que envía soldados a una batalla, bomberos a un edificio en llamas, o impulsivamente a dos recién enamorados a un matrimonio poco meditado, mal concebido, y/o mal fundamentado. 
 
Fortitud significa poseer la fuerza o fortaleza emocional para soportar el mayor sufrimiento y las mayores dificultades con entereza, madurez, y sin quejarse. En esencia, es estar en posesión de una especie de coraje moral que permite continuar hacia delante con fuerza y confianza, ante las mayores adversidades imaginables, cuando todo aparentemente esta perdido, y cuando continuar luchando y resistiendo se torna absolutamente fútil. Fortitud significa asumir la plena responsabilidad ante una situación desfavorable y hacerle frente. En Español se suele decir: “plantar cara.”
 
Podríamos decir que fortitud es una actitud que combina agallas, inteligencia, determinación, coraje, honor, autorrespeto, y autoestima, y donde la posibilidad de ser vencido o tener que rendirse ni siquiera es una opción posible o alternativa disponible. 
 
La persona que es capaz de vivir en la mayor pobreza o enfermedad sin quejarse, aceptando los golpes del destino sin pestañear, que posee una altísima capacidad de resiliencia emocional y fibra moral, de tal forma que las desgracias y los desastres que invaden su vida no le produzcan temor, acobardamiento, y/o inhibición – una persona como tal, sin duda, es poseedor de fortitud. No obstante, fortitud es una cualidad que poseen muy pero muy pocas personas … hasta que, por algún motivo determinado, la necesitan de verdad. Es ahí cuando aparece desde dentro y con todo su esplendor.
 
Ante la presencia de una situación o necesidad critica, el componente emocional conocido como fortitud aparece desde lo mas profundo de la propia persona. Y lo hace sin dudar, sin vacilar, y en absoluto, silencio. Ademas es una forma de coraje muy poco espectacular pero a la vez dispuesto a enfrentarse con éxito a quien sea, o lo que sea, donde sea, y en el momento que haga falta.
 
Sir Winston Churchill (1875-1965) fue un político y estadista británico, conocido por su liderazgo como Primer Ministro del Reino Unido durante la Segunda Guerra Mundial. De hecho, fue primer ministro del Reino Unido en dos períodos (1940-1945 y 1951-1955). Notable estadista y orador es el único primer ministro británico galardonado con el Premio Nobel de Literatura. Winston Churchill poseía y enseñaba fortitud.
 
Era el año 1941 y Europa llevaba poco más de dos años en guerra. Inglaterra había sufrido duros golpes y grandes perdidas a manos del Tercer Reich. La situación no podía ser mas critica, los Estados Unidos aún no habían entrado en la Guerra, ya que el ataque de Japón a Pearl Harbor sucedió el 7 de Diciembre de 1941, los rusos permanecían ambiguos y no definían su posición y tampoco eran aliados naturales del los ingleses. El ejercito alemán dominaba toda Europa.
 
El 29 de Octubre de 1941 Winston Churchill hizo presencia en su antigua escuela, Harrow School, en la que dictó su hoy famoso discurso relacionado con la fortitud, titulado: “Nunca se Rindan.” Harrow School es una escuela privada británica de varones entre los 13 y 18 años de edad ubicada en Harrow on the Hill en el municipio de Harrow, Londres, Inglaterra.
 
Churchill, con pausado ademán se paro firmemente ante los alumnos y profesores del colegio. Luego colocó su típico sombrero “bombin” negro sobre el atril. El bombín es un sombrero semiesférico de fieltro o castor, de copa baja y rígida, y ala redonda. Mirando directamente a la audiencia, pronuncio en voz fuerte y segura: “¡Nunca se rindan!” Luego transcurrieron algunos segundos. Luego se alzó en puntas de pie y pronuncio nuevamente con voz de trueno: “¡Nunca se rindan!” 
 
A continuación dijo: "Nunca se rindan, nunca cedan, nunca, nunca, nunca, en nada grande o pequeño, nunca cedan salvo por las convicciones del honor y el buen sentido. Nunca cedan a la fuerza; nunca cedan ante el aparente y abrumador poderío del enemigo. Nunca."
 
Se hizo un profundo silencio mientras Churchill alargaba su brazo en busca de su sombrero. Su discurso había terminado. Ese discurso de Churchill fue sin duda el más breve, significativo, y elocuente jamás pronunciado. Su singular mensaje – basado en la fortitud humana - fue uno que todas las personas presentes recordaron el resto de sus vidas.
 
El discurso de Churchill y el poema de Kipling nos dejaron una de las más valiosas e importantes lecciones de vida: “la importancia de la fortitud (mental y física) y la perseverancia ante la adversidad.” 
 
Ayn Rand (1905-1982), fue una filósofa y escritora estadounidense de origen ruso. Autora de extraordinarias novelas filosoficas como Los que Vivimos, El Manantial, La Rebelión de Atlas, entre otras, Rand desarrolló un sistema filosófico conocido como “objetivismo” que defendía la virtud del egoísmo racional, el autorespeto y la autoestima, el valor intrinseco del individuo, y el capitalismo economico, argumentando que quizas sea el único sistema que permite al ser humano vivir como tal, es decir, haciendo uso de su facultad de razonar y vivir de acuerdo a su independencia intelectual. Cualquiera que desee aprender a pensar racionalmente deberia leer a Ayn Rand.
 
Entre sus principios fundamentales Rand sostenía que el hombre debe elegir sus valores y sus acciones mediante la razón, que cada individuo tiene derecho a existir por sí mismo, sin sacrificarse por los demás ni sacrificando a otros para sí, y que nadie tiene derecho a obtener valores provenientes de otros recurriendo a la fuerza física. Rand también fue quien primero concibió e implemento el termino y concepto de “autoestima.”
 
Pues bien, el poema favorito de Ayn Rand era precisamente “If” de Rudyard Kipling, donde no falta ni sobra una sola palabra. Aquí lo tienen por si desean deleitarse con su contenido nuevamente. Confirmo que bien vale la pena ya que también es mi poema favorito. 
 
 
Si puedes estar tranquilo cuando todos a tu alrededor 
han perdido la cabeza y te culpan por ello,
Si puedes confiar en ti mismo cuando todos dudan de ti
y, sin embargo, no desprecias sus dudas;
 
Si puedes esperar sin que te canse la espera,
si te injurian y no respondes a la mentira,
si te odian y no cedes al odio,
y, aun así, no pareces demasiado bueno ni hablas como un sabio;
 
Si puedes soñar, y no hacer de los sueños tu señor,
si puedes pensar, y no hacer del pensamiento tu meta,
si puedes encontrarte con el triunfo y la derrota
y tratar de la misma manera a esos dos impostores;
 
Si puedes soportar escuchar la verdad que has dicho
distorsionada por granujas para engañar a tontos,
O ver como se destruyen las cosas por las que has dado la vida,
y agacharte y reconstruirlas con viejas herramientas;
 
Si puedes poner en un montón todos tus triunfos
y arriesgarlo todo en un cara o cruz,
y perder, y empezar de nuevo desde el principio,
y no decir una palabra sobre lo que has perdido;
 
Si puedes forzar tu corazón, nervios, y tendones
a que te sirvan cuando ya hace tiempo que se han gastado,
y resistir cuando no te queda nada
salvo la voluntad que dice: “Aguantad.”
 
Si puedes hablar con masas y mantenerte integro,
o pasear con reyes sin perder el sentido común,
Si no pueden herirte ni los enemigos ni los buenos amigos,
si todos cuentan contigo pero ninguno en exceso;
 
Si puedes llenar el ultimo e implacable minuto 
con sesenta segundos de un esfuerzo máximo,
tuya es la tierra y todo lo que hay en ella,
y – lo que es mas -; serás un Hombre!
 

Añadir un comentario:

Nombre:

E-Mail: (no será público)

Comentario:

Enviar >>