El Significado de Tradicional

Guillermo Laich
06/03/2019 20:24

 

Gichin Funakoshi (1868 - 1957) 

 

"Lo tradicional es un progreso que ha tenido éxito." 

 
En cierta ocasion un joven y culto locutor de radio entrevisto a un comandante de líneas aéreas que hacia poco había logrado sobrevivir a un grave accidente. La conversación que surgió de tal encuentro se desarrollo de la siguiente manera: 
 
Locutor: hace muchos años que usted se dedica a volar? Comandante: desde la infancia, desde que era un niño siempre me intereso la aeronáutica. Locutor: ¿algún familiar suyo se dedico a lo mismo con anterioridad?  Comandante: si, por supuesto, de hecho mi padre y mis dos abuelos ejercieron de pilotos a lo largo de sus vidas ? la aeronáutica la llevamos en la sangre y representa una autentica tradición en mi familia. 
 
Locutor: si no es una molestia para usted, me gustaría saber en que condiciones y de que falleció su padre? Comandante: mi padre era un excelente piloto, pero en el transcurso de una fuerte tormenta el avión que piloteaba se estrello. Locutor: que pena y cuanto lo siento, pero perdóneme si insisto nuevamente, ¿como fueron las muertes de sus dos abuelos? Comandante: ambos amaban el vuelo - mi abuelo paterno perdió la vida en un planeador sin motor en Wasserkuppe, Alemania; mi abuelo materno desapareció durante la noche mientras realizaba un vuelo militar en la segunda guerra mundial y nunca mas se supo de el. 
 
Locutor: cuanto lo siento nuevamente, ahora bien, ¿y como es que usted aun tiene valor y ganas de seguir arriesgando su vida en cada vuelo que realiza? Comandante: en mi familia el oficio de piloto de avion representa mucho mas que una costumbre generacional, representa una tradición o sea una firme y nítida línea profesional que se ha transmitido directamente de padre a hijo durante muchos años. Locutor: o sea que los valores y técnicas de vuestra profesión se van transmitiendo de uno a otro a lo largo de los años? Comandante: así es, y también el espíritu. 
 
Comandante: discúlpeme si aparento cierta indiscreción, pero para poder explicar lo que usted me pregunta con claridad quisiera plantearle las mismas preguntas a usted tal cual me las acaba de formular a mi: dígame, ¿en que condiciones murió su padre? Locutor: mi padre murió de una manera totalmente normal y natural, de hecho murió en la cama, creo que de un paro cardiaco. Comandante: cuanto lo siento, ¿y sus abuelos paterno y materno como murieron? Locutor: ambos lo hicieron repentinamente y en sus respectivas camas mientras dormían. Comandante: pues bien, y visto lo visto, ¿aun le quedan ganas de acostarse a dormir todas las noches ??
 
La breve pero decisiva entrevista que acaban de leer nos demuestra que existen profesiones, valores, y actitudes que se transmiten fielmente de generación en generación; en todas partes del mundo hay pensamientos, sentimientos, y costumbres que se respetan y permanecen inmutables a lo largo del tiempo. En tales hechos se basa el concepto de tradición.
 
Hay  costumbres que tienen un origen muy antiguo y siguen repitiéndose de generación en generación hasta el momento actual. En tales casos, las personas involucradas nacen en un mundo que, en ves de mirar hacia delante, mira hacia atrás. Un mundo en el cual el pasado y el presente son mas importante que el futuro.
 
El carácter real de la historia consiste en tomar parte de la propia historia. La idea del pasado solo cobra sentido y constituye un valor para el hombre que halla en si mismo una pasión del porvenir. El porvenir, por definición, carece de imagen. La historia es quien da al porvenir los medios necesarios para poder ser imaginado, concebido, y pensado. También es quien forma para la imaginación una tabla de condiciones, situaciones, posibilidades, y catástrofes, una galería de antepasados, un formulario de actos, expresiones, actitudes, y decisiones ofrecidas a nuestra inestabilidad y a nuestra incertidumbre para ayudarnos a devenir. 
 
Nuestros padres, abuelos, y los abuelos de nuestros abuelos hicieron algunas cosas de las cuales aun nos acordamos porque el transcurso del tiempo y la experiencia nos han demostrado que eran buenas, que estaban bien hechas, y que convenía conservarlas. 
 
Por otro lado, el concepto de tradición procede del termino latín "traditio" y hace referencia a la acción de dar y entregar (del latín, "trajere") en términos de transmisión, enseñanza, o relato en el tiempo. Lo que se conoce como "tradicionalismo" es una forma de actitud practica que consiste en el apego a las costumbres, los procederes, y las ideas del pasado. 
 
La tradición es para un pueblo o un arte marcial lo que el habito para un individuo: impide el continuo recomenzar, fija lo adquirido, asegura el terreno consolidado, enseña a resistir ante la adversidad, y proporciona un punto de apoyo al impulso que lleva hacia delante. Por ejemplo, el siglo XVIII carecía de tradición, y no la quería. Por ello, y en esto reside su gran interés histórico, es un siglo pueril e inmaduro, y característicamente adolescente. 
 
En gran parte, todos vivimos de aquello que nos han transmitido todos aquellos seres que nos precedieron. La tradición es un conjunto de escritos, inventos, escuelas, estilos, y costumbres a los cuales todavía nos seguimos refiriendo y que representan la herencia del pasado. Cuando los padres mueren, los hijos conservan sus objetos, sus muebles, y algunas veces sus casas. Los hijos se acuerdan también de lo que sus padres decían y hacían. La tradición es el legado del pasado y el recuerdo de los tiempos idos. 
 
Algunas veces el pasado impide vivir. La vida es un cambio continuo que nos obliga proyectarnos hacia el futuro. Cuando decimos "ahora," el instante en que lo hemos dicho ya ha quedado atrás. El pasado se aleja enseguida y el presente nunca persiste. Vivir significa ubicarse firmemente en el momento presente e ir siempre en dirección hacia el futuro. 
 
Pero si no existiera el tiempo pasado, el futuro nos sorprendería continuamente exigiéndonos un proceso de constante adaptación a las demandas impuestas. En tales condiciones nos encontraríamos en un estado de parcial o total de indefensión e inadaptación frente al futuro - cosa que nos complicaría la vida. 
 
El pasado significa historia y experiencia, y nos proporciona ciertas costumbres, normativas, procedimientos, y fidelidades que nos ayudan a vivir mejor a condición de no depender de ellos y convertirnos en sus esclavos. De ahí que para poder controlar el pasado primero hay que saber controlar el momento presente, y para controlar el futuro primero hay que saber controlar el pasado. El punto de máximo poder siempre se encuentra en el presente, luego en el pasado, y finalmente en el futuro. 
 
Y ahí, precisamente, se ubican los valores transmitidos en el tiempo conocidos como valores tradicionales que nos llegan cargados de sabiduría, dirección, y sentido. Valores de elevada importancia cuyos contenidos representan todo aquello que se considera tradicional.
 
La fidelidad a lo tradicional si bien es valiosa, no lo es todo. Debemos permanecer fieles al pasado y estar dispuestos, al mismo tiempo, a aceptar los cambios que nos impone el presente y futuro. De ahí que en la mayoría de las ocasiones, nada posee mas capacidad de innovación que lo tradicional.
 
Por lo tanto, y como todo esta en un perpetuo estado de cambio, es un grave error aceptar y respetar la tradición ciegamente y en exceso. En las experiencias pasadas y en los recuerdos existen cosas y eventos magnificas que debemos conservar y transmitir, pero también hay cosas y eventos que se pueden mejorar. La clave radica en determinar que se ha de conservar y que se ha de cambiar.
 
De todo lo anterior derivamos la conclusión de que lo tradicional representa un progreso que ha tenido éxito en el tiempo. Nunca hemos de olvidar que lo que hacemos y decimos se convertirá en tradición para quienes sigan nuestros pasos. 
 
Por lo tanto, no debemos contentarnos con transmitir lo que hemos recibido de nuestros antepasados, debemos añadir cosas nuevas e intentar mejorar lo presente. De esta forma, cada nueva generación abandona una parte de la tradición del pasado y añade algo propio con el fin de mejorar sus contenidos y funciones.
 
Dentro de lo que conocemos como el karate tradicional, cada escuela individual posee su propia y distinguida línea de transmisión tradicional que la convirtieron en lo que es. No obstante, en el mundo globalizado y moderno en que vivimos, las tradiciones tienden a desaparecer. Tal tendencia es causa y efecto directo de la reducción y el aplanamiento cultural del mundo a modo de una aldea global, donde la facilidad en los diversos medios de comunicación da vida a una cultura tan insípida como común. Una cultura que corre el riesgo de ser uniforme, carente de personalidad propia y valores tradicionales, y un tanto sosa y aburrida.
 
Podemos decir que sobre la inmensa humanidad silenciosa se levantan aquellos pocos que hacen ruido o meten bulla en la historia. Esa vida de carácter intra histórica, silenciosa, y continua como el fondo del mar, es la sustancia del progreso, la verdadera tradición, la tradición autentica y eterna, y no la falsa tradición que se suele buscar en el pasado enterrado en libros y papeles, así como en monumentos y piedras.
 
He aquí por que debemos procurar la conservación de las bellas y profundas raíces de lo tradicional en general así como también en el seno de cada etnia o escuela individual. La autentica amistad, así como el desarrollo técnico y cultural entre los seres humanos, no implica que vayamos a ser todos iguales, sino simplemente que cada uno respete los valores incluidos en el seno de lo tradicional que otorga dirección y sentido a la vida de su vecino. 
 
Tal actitud, basada en la conservación y prudente modificación de nuestros valores tradicionales, representa el elemento característico y de mayor importancia para conservar nuestras respectivos caminos e individualidades en una sociedad cada vez mas tecnológica, compleja, y deshumanizada. 
 
Nuestro objetivo consiste en promover la formación educativa personalizada, completa y coherente, en la familia y en el dojo de artes marciales, buscando la excelencia humana y profesional de nuestros instructores y alumnos. Todo ello impregnado por el sentido trascendente de la vida y la educación en valores, para que tal trabajo revierta en la sociedad en forma de ciudadanos responsables, educados en la paz, la comprensión, el respeto, y el trabajo bien realizado.
 
La figura y presencia del maestro o instructor tiene un valor esencial en nuestras escuelas de karate tradicional. En el dojo intentamos crear un ambiente que favorece la maduración individual a la vez que desarrollamos una metodología de enseñanza moderna, abierta, y flexible. Tal enseñanza incorpora innovaciones pedagógicas en un proceso continuo de mejora y autosuperación.
 
Nuestros maestros e instructores sintonizan estrechamente con la realidad social, cultural, y medioambiental de nuestros alumnos y con aquellos temas que les afectan de manera global. Mantenemos una constante acción educativa ligada al ámbito nacional e internacional, educando en la tolerancia y la interculturalidad.
 
Nuestra metodología educativa parte del reconocimiento de que cada alumno posee varios y diversos talentos y/o inteligencias, y nuestros programas educativos atienden y potencian al máximo el desarrollo de cada una de ellas. Es por eso que tanto las enseñanzas de nuestros maestros e instructores, como los aprendizajes de nuestros alumnos, se centran en el propio alumno, sus necesidades y ritmo.
 
Es así, de esta honrada y singular manera, logramos desarrollar buenos alumnos y mejores ciudadanos, todos ellos comprometidos a mejorar la sociedad en valores tradicionales fundamentales como la solidaridad, la humildad, la honorabilidad, la amistad, la honradez, la verdad, y el trabajo bien hecho.
 
 
 
 

 

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