Vanishing Point

Guillermo Laich
16/03/2020 21:53

 

 

¿Existe la posibilidad de llegar a un punto o momento en la vida en el cual nos cansamos de vivir? ¿Es posible llegar a estar harto de todo y no desear continuar viendo y viviendo mas de lo mismo?

 

 

Hace aproximadamente doce años me encontraba en España trabajando en un conocido centro psiquiátrico con veinticinco pacientes de máxima gravedad y seguridad. Recuerdo que un día, una señora de 45 años de edad, a quien conocía muy bien, se encontraba ingresada por un trastorno delirante que cumplia con el criterio diagnostico A y el tipo somatico (pensaba que estaba infectada por el virus HIV cuando en realidad no lo estaba), quiso despedirse de mi personalmente y para siempre. Todo ello estando su estado orgánico de salud dentro de la normalidad. 

Cuando acudí a su habitación me recibió con un abrazo y, además, pidió permiso para darme un beso de despedida. Le aclare que no le estaba permitido ausentarse del centro psiquiátrico y que debería permanecer bajo nuestra constante supervisión medica. 

Su respuesta fue simple y directa: “esta noche me voy, doctor – me iré para siempre.” La reconforte con unas palabras sobre su buen estado orgánico general y que sus problemas eran exclusivamente de orden psiquiátrico. Inmediatamente reitero las mismas palabras, y me agradeció por las tantas y tan buenas atenciones que había tenido con ella a lo largo de su estancia en el centro. Esa tarde me fui a casa algo pensativo ya que no llegaba a comprender tanto el contenido como el sentido (si es que lo tenia) de sus encapsulados delirios. 

El próximo día, cuando llegue al centro a las 08:00 de la mañana, fui directamente a la habitación de la señora para ver como se encontraba. Para mi sorpresa encontré la cama hecha y la habitación vacante. Busque la señora por las demás habitaciones, por la sala común de estar de los pacientes ingresados, la sala de médicos, y finalmente por los pasillos, pero no la encontré. 

Una enfermera se percato de mi perplejidad y pregunto si me sucedía algo. Le respondí que estaba buscando la señora de la habitación numero 8, que ningún medico le había firmado un certificado de alta, y que simplemente no la encontraba por ningun lado. La respuesta de la enfermera fue total y definitiva: “la señora que Vd busca falleció por causas naturales ayer por la noche mientras dormía.” Era algo incomprensible para mi y francamente no sabia que pensar ni decir.

Pregunte a las demás enfermeras del turno de noche exactamente que había sucedido y todas me dijeron lo mismo: “simplemente se murió doctor, nos decía que estaba cansada de vivir, y que su deseo era morir.” Inmediatamente me senté en una silla agarrandome la cabeza con las dos manos, en ese momento comprendí que la vida no solamente depende del estado de salud organica de una persona sino también de estar o no estar harto y/o cansado de vivir. La señora quiso morir, y se murió … habiéndolo anunciado, sola y en silencio varias horas antes.

Según el actual DSM 5, el trastorno delirante presenta cinco criterios diagnósticos: A.- Ideas delirantes no extrañas (por ejemplo, que implican situaciones que ocurren en la vida real, como ser seguido, envenenado, infectado, amado a distancia o engañado por el cónyuge o amante, o tener una enfermedad) de por lo menos un mes de duración; B.- nunca se ha cumplido el Criterio A para la esquizofrenia - en el trastorno delirante puede haber alucinaciones táctiles u olfatorias si están relacionadas con el tema delirante; C.- excepto por el impacto directo de las ideas delirantes o sus ramificaciones, la actividad psicosocial no está deteriorada de forma significativa y el comportamiento no es raro ni extraño; D.- si se han producido episodios afectivos simultáneamente a las ideas delirantes, su duración total ha sido breve en relación con la duración de los períodos delirantes; y E.- la alteración no es debida a los efectos fisiológicos directos de alguna sustancia (por ejemplo, una droga o un medicamento) o a enfermedad médica.

Adicionalmente, este trastorno se puede clasificar en seis distintos tipos en base al tema delirante que predomine: 1.- tipo erotomaníaco: ideas delirantes de que otra persona, en general de un status superior, está enamorada del sujeto; 2.- tipo de grandiosidad: ideas delirantes de exagerado valor, poder, conocimientos, identidad, o relación especial con una divinidad o una persona famosa; 3.- tipo celotípico: ideas delirantes de que el compañero sexual es infiel; 4.- tipo persecutorio: ideas delirantes de que la persona (o alguien próximo a ella) está siendo perjudicada de alguna forma; 5.- tipo somático: ideas delirantes de que la persona tiene algún defecto físico o una enfermedad médica; y 6.- tipo mixto: ideas delirantes características de más de uno de los tipos anteriores, pero sin predominio de ningún tema.

Pues bien, el termino Ingles “vanishing point” - en español: "punto de desaparicion" - hace referencia al punto donde dos lineas paralelas, que se alejan en un lienzo bidimensional, dan la apariencia de converger en un solo y único punto. Corresponde al punto en el cual algo que se ha estado reduciendo paulatinamente desaparece por completo, como puede ser la vida misma.
 
La película Vanishing Point (Español: Punto Limite Cero) fue dirigida por Richard C. Sarafian (1913 - 2013) y estrenada el 13 de Marzo del año 1971. El actor estadounidense Barry Newman (1938 -) interpreta a Kowalski, un señor que trabaja para el servicio de reparto de coches en Denver, Colorado y que debe entregar un Dodge Challenger blanco del año 1970 en San Francisco, California. Debido al excelente guión, la película original tuvo un exitoso “remake” con el actor Viggo Mortensen en el año 1997.
 
Los múltiples flashbacks que se suceden a lo largo del film hacen referencia a que Kowalski ha perdido toda credibilidad e ilusión en la vida, o es adicto a los estimulantes simpaticomimeticos y a la excitación adrenérgica, o padece un sindrome de estres postraumatico, o quizas una endemoniada y peligrosa combinacion de los tres. Kowalski ha vivido muchas y muy malas experiencias en su vida y, por lo tanto, ha perdido credibilidad en la humanidad. Es veterano de la guerra de Vietnam donde fue herido, recibiendo la Medalla de Honor (máxima condecoración entregada en las Fuerzas Armadas de EE.UU.); ex agente de la ley; y ex piloto de coches y motos de carreras. 
 
Kowalski perdió su trabajo de agente de policía por verse involucrado en una redada de abuso de sustancia, abandonó las carreras de coches y motos tras dos accidentes casi fatales, y su amada novia muere haciendo surf. Toda esta serie de eventos lo alienan psicológicamente y eventualmente provocando una total, conciente, y voluntaria resignación a la autolisis (suicidio) al final de la película.
 
Ahora bien, que lección - de verdad - nos esta intentando dar el guión de esta gran película sobre el ser humano y las vicisitudes de la vida? La pregunta fundamental es muy clara: ¿en que punto o momento de la vida del ser humano se cansa total y absolutamente de todo y de todos, tira la toalla (por así decirlo), no cree mas en el pasado, en el presente, o en el futuro, pierde toda ilusión por vivir, y decide acabar con su propia existencia de una vez y por todas. Sonara como un planteamiento macabro pero les aseguro que a lo largo de mi dilatada experiencia como medico he presenciado tales situaciones en múltiples ocasiones y en todas las edades. Esta sensación puede ir aparejada a un cuadro depresivo. 
 
La mayoría de los seres humanos francamente desean vivir. Sin embargo, algunas personas se encuentran en una situación en la que el deseo de continuar parece haberse mermado o incluso haber desaparecido. Una y otra vez dicen estar cansados de vivir. Pero, ¿exactamente a qué se refiere alguien cuando expresa que estar cansado de vivir?; ¿de dónde proviene este cansancio?; y ¿que características posee?
 
La sensación de estar cansado de vivir se experimenta como la pérdida de ganas y fuerza. Tambien se siente como la falta de energía física, mental, y emocional que requiere la voluntad de mantenerse con vida, la cual no es debida a los efectos de una enfermedad y que ademas no es resultado de una única experiencia determinada.
 
Si bien la sensación de agotamiento y hastío y la pérdida de motivación es bastante habitual tras situaciones de grandes desilusiones, fracasos, y dolor emocional, el cansancio vital va más allá de ello: supone el cese o disminución del deseo de seguir viviendo. Me refiero a una situación en la que suelen aparecer reiterados pensamientos de muerte o la visión de tal incluso como algo apetecible. Se trata de un cansancio y una fatiga vivencial que, por lo general, se mantiene e incluso incrementa a lo largo del tiempo. En tales condiciones la muerte se ve como algo deseable y a modo de una liberacion. 
 
Aunque en algunos casos puede no ser patológica ya que la consideración de lo que significa la vida o la muerte puede variar según la cultura y la visión personal de cada uno. Pero, y por norma general, se encuentra fuertemente asociada a una sintomatología depresiva mayor.
 
De hecho, el cansancio vital viene ligado a síntomas muy habituales en cuadros y trastornos depresivos, y por lo general esconde detrás algún tipo de síndrome depresivo: la aparición de anhedonia o incapacidad para sentir placer o goce de las actividades que antes nos agradaban y la abulia o falta de voluntad para actuar. Muchos simplemente ven un futuro negro, repetitivo, e insulso, o directamente no ven ningun futuro. Asimismo, uno de los aspectos más relevantes que se asocia al cansancio vital es la desesperanza, en la que no hay expectativa de que el futuro traiga algo mejor o directamente no se considera que tengamos un papel significativo en él.
 
Resulta más habitual que existan sentimientos y pensamientos de cansancio vital en personas de edad muy avanzada, aunque ocasionalmente se encuentran casos en individuos mas jóvenes – como podria ser el caso de Kowalski. A menudo se trata de personas que acumulan multiples fracasos, pérdidas personales, falta de algo que les permite sentirse arraigados al mundo, o sufrir por un historial de dolor y sufrimiento del que uno es incapaz de metabolizar psicológicamente y/o superar. En ocasiones se trata de un sentimiento o sensación muy meditado por parte de quien lo manifiesta (Kowalski), no siendo producto de un súbito estallido emocional.
 
La presencia de cansancio o fatiga vital puede llegar a desembocar en una búsqueda activa del suicidio, siendo un factor de riesgo relevante. Ahora bien, no siempre alguien que dice estar cansado de vivir quiere morir. De hecho, con frecuencia esta situación podría ser revertida si la persona encontrara un rol, un papel, o un motivo que le llevara a vincularse y a participar de forma activa con el mundo, o si pudiera cambiar el dolor fisico o emocional que padece.
 
Además de la depresión mayor, otro trastorno que puede estar profundamente vinculado a la aparición de este cansancio vital es la distimia, también conocida como trastorno depresivo persistente. La continuidad de los síntomas (menos severos que los de la depresión mayor pero que permanecen casi todos días durante al menos dos años), puede conllevar un hastío y un cansancio vital persistente y prolongado en el tiempo. A veces los síntomas depresivos persisten durante toda la vida. 
 
La mayoría de personas cansadas de vivir presentan una profunda sensación de desesperanza, soledad, y desarraigo. Muchas de ellas se sienten alienadas y desvinculadas del mundo, o consideran que su papel ya ha pasado y no encuentran un motivo que les ancle a la vida, a lo que se une la desesperanza y la no visualización de la posibilidad de que dicho motivo exista.
 
Algunas personas se han encontrado en dicha situación debido a la vivencia de situaciones traumáticas como podría ser el síndrome de estrés post traumático que Kowalski adquirio durante la guerra. Otras se encuentran en un momento vital delicado en que han perdido capacidades y han visto cómo todo o gran parte de su entorno fallecia (familia de origen, pareja, amistades, y en ocasiones incluso descendencia), perdiendo la mayor parte de lo que les hacía sentirse parte de este mundo.
 
El final o “vanishing point” de la película aclara todo lo anterior con la mayor contundencia imaginable. La conclusión obligada del film es que si y en efecto, en determinadas ocasiones, y habiendo vivido multiples desilusiones y experiencias sumamente traumáticas y vejatorias, se puede llegar al punto de estar francamente harto de todo y, por lo tanto, tambien harto - o mas bien cansado - de vivir … es ahí donde se encuentra - y quizas nos espere - el punto y momento denominado “vanishing point.”
 
 
 

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