ABC del Karma

Guillermo Laich
25/12/2025 20:53

 

 

El karma es un sistema de responsabilidad ética y moral donde cada individuo es el arquitecto de su propio destino a través de sus actos, creando un eco o bien una especie de ola que siempre regresa a sí mismo, ya sea para recompensar o para enfrentar las consecuencias de sus elecciones pasadas. 

 

Sánscrito

Etimológicamente hablando, la palabra "sánscrito" (del término original Sa?sk?tam) significa literalmente "refinado," "perfeccionado," o "bien formado." Deriva del prefijo sam (junto/perfectamente) y la raíz k?ta (hecho/hecho).

El sánscrito se refiere a una lengua que ha sido "pulida" o "santificada," lo que la distingue de los prácritos (lenguas vernáculas naturales o comunes). El sánscrito a menudo se denomina “devavani” o "lengua de los dioses," ya que es la principal lengua sagrada y litúrgica del hinduismo.

Históricamente, representa una antigua lengua indoaria. La forma más antigua, el sánscrito védico (1500-500 a. C.), se utilizó en los Vedas, mientras que el sánscrito clásico (a partir del 500 a. C.) cuando fue estructurado y estandarizado.

Buda

Buda es conocido como "el iluminado," título del príncipe Gautama Siddharta (563-483 a. C.). Fue un líder religioso, fundador del budismo, nacido en Lumbini, Nepal. A los 29 años abandonó a su esposa, a su hijo, y una vida de lujos para escapar de las cargas materiales de la existencia. 

Tras seis años de austeridad, comprendió que el ascetismo, al igual que los excesos, era inútil y eligió el camino intermedio de la meditación. Alcanzó la iluminación bajo un árbol bo, o bodji, cerca de Buddh Gaya. Comenzó a enseñar en Varanasi y fundó la Sangha, una orden de monjes. Pasó el resto de su vida viajando por el norte de la India y murió en Kusinagara, en Utter Pradesh.

Budismo

El budismo es una de las grandes religiones del mundo, originada en la India alrededor del año 500 a. C. Deriva de las enseñanzas de Buda, considerado uno de los muchos seres iluminados; no existen dioses ni teologías.

Las enseñanzas de Buda se basaban en las cuatro nobles verdades: 1.- la realidad de la frustración o el sufrimiento; 2.- que el sufrimiento tiene una causa; 3.- que el sufrimiento puede cesar; y 4.- que puede cesar siguiendo el noble óctuple sendero, basado en: 1.- puntos de vista correctos; 2.- intenciones correctas; 3.- palabras correctas; 4.- acciones correctas; 5.- medios de vida correctos; 6.- esfuerzo correcto; 7.- atención plena correcta; y 8.- concentración correcta, que finalmente alcanza el nirvana, la extinción de todos los deseos y/o ansias por las cosas de los sentidos y la liberación del ciclo de renacimientos y karma.

Creencias Budistas

El yo no se considera permanente, ya que está sujeto al cambio y la decadencia. Es el apego a cosas esencialmente impermanentes lo que causa engaño, sufrimiento, codicia, y aversión y, estos, a su vez, generan más karma y refuerzan el sentido del yo. Las acciones que tienden hacia el altruismo se denominan "karma hábil" y se encuentran en el camino que conduce a la iluminación. Mas se ilumina el que más da. 

El objetivo es romper la cadena del karma y lograr la disociación del cuerpo mediante el logro del nirvana (extinción), la erradicación de todos los deseos, ya sea mediante la aniquilación o la absorción del yo en el infinito. Se tritura y aniquila el yo.

Karma

La palabra "karma" significa "acción" en sánscrito, pero tiene diferentes significados según se aplique al hinduismo o al budismo. EL karma tiene su origen en la religión budista y en el hinduismo, creencia según la cual toda acción tiene una fuerza dinámica que se expresa e influye en las sucesivas existencias del individuo. Proceso de ida y vuelta.

El karma no existe como una ley cósmica sobrenatural demostrable científicamente, pero sí funciona como una ley de causa y efecto psicosocial y ética, donde las acciones, sea estas buenas o malas, generan consecuencias reales en la vida de uno y la de otros, a través de la reciprocidad social, la reputación, y el impacto psicológico, siendo una guía moral útil que ayuda a entender la responsabilidad de nuestras acciones en filosofías orientales tales como budismo e hinduismo.

Karma en el Hinduismo

Según los hinduistas, el karma es una ley de acción y reacción, donde a cada acción cometida le corresponde una reacción igual y opuesta – en semejanza a la tercera ley de acción-reacción de Newton. En esencia, es la suma de las acciones de un ser humano, transmitidas de una vida a la siguiente, resultando en un destino mejor o peor.

Karma en el Budismo

En el budismo, tiene un sistema de creencias similar al hinduismo, salvo que no se contempla una personalidad permanente. El karma se relaciona únicamente con los elementos físicos y mentales, que se transmiten de nacimiento en nacimiento, hasta que el poder que los mantiene unidos se dispersa al alcanzar el nirvana.

Aspectos Filosóficos y Espirituales del Karma

El karma es fundamentalmente la ley de que toda acción volitiva genera una consecuencia, es decir, "lo que siembras, cosechas." No representa un castigo divino, ni tampoco representa una retribución impuesta por un dios, sino una energía o potencialidad que se genera y que eventualmente produce un resultado, sea mental o material, en esta vida o en futuras, en el caso de las religiones dhármicas. 

Religiones orientales, como el budismo y el hinduismo, enseñan que somos dueños de nuestras acciones y, por tanto, responsables de sus resultados. 

Aspectos Científicos y Psicológicos del Karma

No hay evidencia científica alguna de su existencia y/o funcionamiento como tal. Tampoco existe evidencia empírica que respalde una fuerza cósmica reguladora, y la psicología no lo considera un concepto científico. 

De hecho, se asemeja a conceptos como la reciprocidad social, donde tratar bien a otros aumenta la probabilidad de recibir buen trato, y las malas acciones pueden generar rechazo social. Desde este punto de vista, la creencia en el karma puede influir en el comportamiento, funcionando como una guía ética y moral que promueve el bienestar.

En resumen, el karma no representa una ley física, sino una fuerza ética, moral, y psicosocial que, aunque no sea una fuerza mágica, explica cómo nuestras acciones tienen un impacto inevitable y consistente en el mundo y en nosotros mismos, sirviendo como un marco para la moralidad y la responsabilidad personal.

A ojo de buen cubero, se supone que el karma de una persona es la ley cósmica de causa y efecto, donde cada acción, pensamiento, o palabra genera consecuencias futuras, positivas o negativas, que eventualmente regresan a quien las originó, determinando su destino y experiencia vital, ya sea en esta vida o en futuras vidas, sirviendo como un mecanismo de equilibrio moral y espiritual. 

Zen y Karma

El Zen y el Karma están íntimamente asociados e interconectados. El Karma se refiere a la ley de causa y efecto de nuestras acciones en términos de pensamientos, sentimientos, y comportamientos. 

Por otro lado, el Zen es una práctica de meditación basada en el zazen que permite trascender el sufrimiento y purificar el karma al calmar la mente y vivir plenamente en el momento presente, creando así un "buen karma" a través de la conciencia y la no-reacción, así como liberándose de la carga de acciones pasadas.

Palabras Finales

El karma es un sistema de responsabilidad ética y moral donde cada individuo es el arquitecto de su propio destino a través de sus actos, creando un eco o bien una especie de ola que siempre regresa a sí mismo, ya sea para recompensar o para enfrentar las consecuencias de sus elecciones pasadas.

En esencia, y según el karma: “lo que va en redondo, también vuelve en redondo.”

 

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