Teoría Cientifica y Teoría Psicoanalitica

Guillermo Laich
20/08/2012 14:26

El contenido de este artículo, si bien aparenta ser complejo y de difícil lectura, es esencialmente didáctico. Todo en el va dirigido a hacer comprensibles, y en todo lo posible, amenas, las ideas fundamentales de lo que es una teoría científica y su relación con la teoría psicoanalítica. Humildemente, deseo excusarme ante los muchos para quienes solo repetiré hechos perfectamente conocidos, pero quedaré satisfecho si para algunos he contribuido a aclarar o precisar algunos conceptos que tenemos, e incluso trabajamos con ellos, sin haber llegado a comprenderlos en su totalidad.

Donde el filosofo Rene Descartes dijo: “pienso luego existo,” el psicoanalista Jaques Lacan dice: “ahí donde pienso no existo, existo donde no pienso.”

El hombre es un incorregible constructor del universo. En los últimos 2500 años ha dedicado su genio a teorizar de manera especulativa. La búsqueda de la verdad, y de nuestra verdad en particular, es un proceso que continuará mientras existan seres humanos con curiosidad. Esto es debido a las actitudes y procesos de pensamiento de aquellos cuya misión en la vida concierne intentar definir lo que es verdad: filósofos, científicos, y artistas.

El proceso de filosofar requiere una estricta adhesión a los procesos lógicos, así como respetar las convenciones de los argumentos. Una idea filosófica debe estar basada en un proceso eminentemente lógico, así como poder ser desafiada a partir de otro constructo lógico, otro punto de vista. En términos generales, los que se dedican a filosofar mediante un amor al conocimiento, ni intentan establecer verdades inmutables, sino mas bien demostrar un amor a la sabiduría en si.

Por otro lado, un constructo psicológico corresponde a cualquier entidad hipotética de difícil definición que se ubica dentro de los confines de una teória científica aplicable a las ciencias del comportamiento. Este concepto corresponde a algo de lo que se sabe que existe en la realidad, pero cuya definición es difícil o controvertida. A modo de ejemplo, cumplen con la definicion de constructos psicologicos la inteligencia, la personalidad, y la creatividad.

Algunos autores de renombre, definen al constructo psicológico como un concepto no observacional, en contraposicion a los conceptos observacionales o empiricos. Esto es debido a que estos constructos no son empiricos ya que no se pueden demostrar. Por lo tanto, y a modo de sintesis, un constructo es un fenomeno no tangible, que a través de un determinado proceso de clasificacion y/o categorización, se puede transformar en una variable cuantificable que puede ser sometida al rigor de un estudio sistematizado.

El origen de la palabra “ciencia” es la palabra latina “saber.” Históricamente hablando, la ciencia siempre ha intentado llegar a conclusiones, pero los requerimientos para su aceptación son bastante más rigurosos. En la ciencia se intenta definir la verdad a través de hipótesis, experimentación, deducción, y comprobación/validación.

Una hipótesis es una idea que puede explicar un fenómeno, pero que aún no ha sido testeada para determinar su validez. Toda hipótesis deberá permitir que de ella, se extraigan conclusiones. Una observación interesante realizada por Ernest Trattner hace setenta años consiste en que: “una hipótesis es la presunción de la existencia de un general estado de las cosas en la retaguardia de ciertos fenómenos.”

A menudo una hipótesis se encuentra con su mas formidable examen en el proceso de su invalidación. Puede que sea avalada por una serie de experimentos bien controlados, pero también puede ser invalidada. A partir de ahí no puede ser considerada en calidad de verdad, independientemente de su mas perfecta estructuración lógica. Por todo esto, en las ciencias, la hipótesis desaparece si es contradicha por la experiencia, y permanece si es consistente con la experiencia.

Justamente aquí, y debido a que todas las realidades son parciales, se encuentra la gran encrucijada de todo este proceso: qué una teoría tiende a definir y describir no tanto cómo las cosas son o cómo funcionan, sino mas bien cómo es y cómo funciona nuestro proceso humano de comprensión del mundo.

Cuando son verificadas, las hipótesis sirven como verdades provisionales. De esta manera una teoría sería una serie de leyes sistemáticas que sirven para explicar un determinado fenómeno. No obstante la ciencia siempre está dispuesta a reemplazar verdades con nuevas verdades.

Según expresa Bertrand Russel: “una hipótesis temporal puede ser valida, y además puede servir como base de actuación. No basta reconocer que todo nuestro conocimiento es, en mayor o menor grado, vago e incierto; es necesario, al mismo tiempo, aprender a actuar basándose en la mejor hipótesis actual, sin creer en ella dogmáticamente.”

Esas hipótesis fuertes y sólidas, que están avaladas por una seria y larga experimentación, pueden servir para construir una teoría. Una teoría tiende a bailar en círculos alrededor de una serie de definiciones relativas a como algo es o funciona. A veces define y describe lo que no existe, o sea un ideal, para que podamos entender los fenómenos. Otras veces define y describe lo que existe, o sea la realidad, a pesar del hecho de que todos los aspectos de la realidad jamás pueden ser conocidos o registrados.

El arte, por definición, es simbólico. Según Pablo Picasso: “el arte es una mentira simbólica que nos ayuda a comprender la verdad sobre la realidad.” Con respecto al arte Jacob Bronowski nos dice que: “el acto creativo es similar tanto en la ciencia como en el arte, pero no idéntico ya que debe existir una cierta diferencia así también como un cierto parecido.” De hecho el artista, en su acto creativo, tiene desplegada ante si una dimensión de libertad considerablemente mas amplia que la del científico.

Mientras que el filosofo es guiado y restringido por la lógica, y los científicos limitados por la exactitud de sus controles experimentales, los artistas se encuentran totalmente libres para aproximarse a la verdad mediante todos los medios y enfoques posibles, sin que exista el deseo ni la expectación de transitar por aquellos senderos donde otros han transitado con anterioridad.

A menudo los artistas proceden mediante un procesos de síntesis, mirando no tanto hacia un pasado superficial y reciente sino hacia algo mas antiguo y profundo, para integrarlo con sus ideas, emociones, y sentimientos. De esta manera el sujeto, ante la obra de arte es capaz de ver algo que le resulta familiar, pero de una manera distinta y novedosa. Por todo ésto es evidente que la finalidad del arte jamás ha sido el de definir o establecer la verdad, solo el de proveer nuevos aspectos o visiones sobre esa verdad.

Por todo lo anterior consideramos necesario explicar y precisar en mayor detalle algunos conceptos adicionales.

A lo largo de los años, el termino “teoría” ha sido motivo de una relativa confusión conceptual, ya que ha sido empleado de muy diferentes formas para indicar o referirse a varias cuestiones distintas. Muchas de estas conceptualizaciones e interpretaciones, la mayoría erróneas, han causado sendas controversias y confusiones, y han conducido a la investigación científica por diferentes caminos.

Según Ferman y Levin, una teoría es un conjunto de conceptos relacionados que representan la naturaleza de una realidad. En contraste con lo anterior, una teoría consiste en una serie de principios que a su vez son considerados a modo de una correcta descripción de la realidad y/o a modo de guías para indicar acciones humanas correctas. Adicionalmente a las dos definiciones anteriores, una teoría constituye un conjunto de constructos, definiciones, y proposiciones relacionadas entre si, que presentan un punto de vista sistemático de fenómenos, y especificando las relaciones entre variables con el objeto de explicar y predecir fenómenos.

La función central de una teoría consiste en poder explicar un fenómeno con claridad y en términos de por qué, cómo, y cuando ocurre un fenómeno determinado. Los criterios para evaluar la validez intrínseca de una teoría son siete: competencia cognitiva o correspondencia con la realidad, consistencia lógica, capacidad de descripción, poder de explicación y predicción, perspectiva, fructificación, y parsimonia.

Si bien, y subjetivamente hablando, todas las realidades son parciales, por correspondencia con la realidad nos referimos a la competencia cognitiva de la teoría en términos de ser esta una fiel representación de lo que esta sucediendo en el mundo real.

La consistencia de una teoría hace referencia a que las proposiciones que la integran deben estar interrelacionadas entre si (no puede contener proposiciones sobre fenómenos que no están relacionados entre si), ser mutuamente excluyentes (no puede haber repetición o duplicación), y no caer en contradicciones o incoherencias.

Por capacidad de descripción, explicación, y predicción de una teoría nos referimos a que si sus proposiciones poseen un considerable apoyo empírico, es decir que ha demostrado que los hechos ocurren una y otra vez de acuerdo a como lo explica la teoría, es de esperarse que en lo sucesivo vuelvan a manifestarse del mismo modo y tal cual lo predice la teoría. Cuanto mas copiosa sea la evidencia empírica que apoye y sustente a la teoría, mejor podrá esta describir, explicar, y predecir el fenómeno o fenómenos estudiados por ella. En psicología, el poder explicativo de una teoría concierne al numero de comportamientos que puede explicar o sintetizar.

En consecuencia, y por extensión, una teoría psicológica corresponde a un cuerpo de conceptos y principios interrelacionados y utilizados para explicar o predecir un fenómeno psicológico, o para explicar el funcionamiento de algún aspecto del cerebro, la mente, o el comportamiento. En este apartado cabrían tanto la teoría psicoanalítica como la teoría del Edipo tratados en este estudio.

La perspectiva hace referencia al nivel de generalidad de una teoría. Una teoría posee mas y mayor perspectiva cuanto mayor sea la cantidad de fenómenos que sea capaz de explicar, y mayor numero de explicaciones admita.

Por fructificación nos referimos a la capacidad que posee una teoría para generar nuevos interrogantes, hipótesis, estudios, y descubrimientos. Esas teorías que tienden a originar, en mayor medida, la búsqueda de nuevas hipótesis de trabajo y conocimientos serán las que permitan que una ciencia avance mas.

Por ultimo, la parsimonia se refiere al grado de simplicidad de la teoría. Por lo general hay que poseer mucho conocimiento para hablar y escribir de una manera simple y sencilla. Una teoría parsimoniosa es una teoría breve en palabras pero sólida en su contenido teórico. En esencia es una teoría sólida, simple, y sencilla.

Según el concepto correspondiente a la “Navaja de Ockham” procedente del filosofo ingles William Ockham (1300-1348): “en igualdad de condiciones la explicación mas simple y breve – o bien la mas parsimoniosa – suele ser la mas correcta.” Cabe aclarar que la parsimonia no constituye un requisito tipo “sine que non”, sino mas bien a una cualidad deseable de una teoría, donde sencillez y capacidad de síntesis no significan superficialidad.

Como hemos comentado anteriormente, la utilidad de una teoría está fundamentada en su capacidad para describir, explicar y predecir el fenómeno o hecho al que se refiere, además de servir para estructurar y organizar el conocimiento al respecto, y orientar convenientemente las investigaciones que se lleven al cabo sobre el fenómeno en cuestión. Según Ernest Trattner toda teoría, por el simple hecho de ser una teoría, es una teoría valida en un sentido u otro. Una teoría integra y honesta, ante todo, debe ser una visión lo mas verdadera posible sobre mundo real.

Por definición, no existen teorías buenas y teorías malas. Si se trata de una autentica teoría es porque esta es buena, y explica fiel y verdaderamente como y por que ocurre o se manifiesta un fenómeno real. Si la teoría en cuestión no logra cumplir con este requisito fundamental, simplemente no constituye una teoría. En tal caso la podríamos denominar hipótesis, conjetura, observación, idea, introspección, especulación, suposición, ocurrencia, u opinión, pero no teoría.

Etimológicamente hablando, la palabra “teoría” deriva de la palabra griega “theo-ros,” que significa espectador. Ella proviene de la misma raíz que la palabra teatro. La cultura humana inventa teorías por las mismas razones por las cuales ha inventado el teatro: para escenificar en un espacio publico ideas que ayudan a comprender mejor los eventos que suceden en el mundo real. El estándar mediante el cual se mide la validez de una teoría, a igual que una obra teatral, consiste en su correspondencia con lo que sucede en el mundo real.

En la actualidad gran parte de los seres humanos han olvidado o quizás nunca han aprendido el sentido mas autentico y profundo de la palabra “teoría.” Para la mayoría, el termino teoría se relaciona con ciencia, donde tal relación sugiere la presencia de algo frío, metódico, secuencial, objetivo, seco, analítico, e impersonal. Nada esta mas lejos de la verdad. El proceso por el cual la comunidad científica genera nuevas teorías esta lleno de subjetividad, intuición, pasión, imaginación, y la euforia y satisfacción personal de ver algo nuevo en el mundo real.

En base a esta definición, las teorías penetran y son integradas en el mundo de los asuntos prácticos y aplicados cuando se traducen en métodos y herramientas.

La palabra “método” deriva del griego “métodos,” que significa buscar o determinar objetivos específicos. La palabra evolucionó hasta cobrar su significado actual: “un conjunto de procedimientos y técnicas convenientemente integradas y sistematizadas para abordar e intentar definir y resolver determinados asuntos o problemas.”

La palabra “herramienta” por lo general se refiere a un objeto, generalmente de madera, plástico, hierro, o acero, que se utiliza para realizar trabajos manuales. No obstante, y por extensión conceptual, también se puede aplicar a toda técnica o procedimiento de orden físico o intelectual que nos permita realizar una determinada tarea para un determinado fin.

Según Erich Fromm, tal es la esencia de la teoría psicoanalítica que subyace al complejo de Edipo. Fromm apunta a que tal teoría es a la vez una “teoría instintiva” con respecto a sus conceptos teóricos generales, así como una “teoría mentalista” en sus orientaciones terapéuticas. En ambas definiciones se aplica el concepto de herramienta.

En esta misma línea, y según Fromm, podemos considerar al psicoanálisis como una herramienta de aplicación psicológica, basada en la teoría de los procesos inconscientes, de represiones y resistencias a recordar, de falsificaciones de la realidad de acuerdo a las necesidades y expectativas subjetivas, de conflictos intrapsíquicos entre deseos apasionados impresos en las características del carácter, y de demandas de auto-conservación y supervivencia.

La palabra “sistema” deriva del verbo griego “sunistanai,” que originalmente significaba “causar una unión.” Por sistema entendemos una totalidad percibida cuyos elementos se aglomeran porque se afectan recíprocamente a lo largo del tiempo y operan con un propósito común.

La sinergia existente entre teorías, métodos, herramientas, y sistema se encuentra en el corazón de cualquier esfera de la actividad humana que construya conocimiento – incluyendo la teoría psicoanalítica y el complejo de Edipo.

En música, por ejemplo, la teoría de la forma sonata origino métodos para desarrollar estructuras de sonata, así como muchas técnicas de instrucción para ayudar a los estudiantes de música a comprender y practicar la composición de sonatas. En psicología y psiquiatría, la teoría psicoanalítica ha cumplido prácticamente los mismos propósitos que el ejemplo anterior, o sea desarrollando métodos y herramientas de elevada precisión y utilidad respectivamente. Por lo tanto, cada una de las técnicas utilizadas en el proceso psicoanalítico puede considerarse como una serie de herramientas con sólidas bases teóricas y practicas que a su vez definen con claridad para qué sirven y también para qué no sirven – además de cómo deben ser enseñadas, aprendidas, aplicadas, e interpretadas.

Así mismo, mediante el desarrollo de herramientas y métodos prácticos, las teorías continuamente se someten a verificaciones funcionales y practicas. Este ciclo continuo basado en creación de teorías, desarrollo, y aplicación de métodos y herramientas prácticos basados en las teorías, constituye el eje central del motor que impulsa el crecimiento y la expansión del conocimiento humano, donde el psicoanálisis en general, y el complejo de Edipo en especifico, no son excepciones.

Es de suma importancia hacer hincapié en que la utilidad de una herramienta – cualquier herramienta - este basada sobre una sólida base teórica. Como veremos, el aspecto mas importante de una herramienta no es solo su utilidad practica, sino también la base teórica que define con claridad para que sirve y para que no sirve.

Es dudoso que una herramienta ateórica pueda aportar mucho a nuestro cuerpo de conocimiento y a nuestras generalizaciones. Sin teoría, obtenemos herramientas que pueden funcionar en una situación determinada, pero no se sabrá por que. También pueden fallar en otras situaciones, y tampoco se sabrá por que. En tales casos, la utilidad de una herramienta ateórica puede depender de aspectos personales e irrepetibles de la habilidad de una persona en particular. Una persona con los atributos físicos y psíquicos idóneos podrá valerse de esa herramienta ateórica, pero los demás no sabrán como funcionan, ni como utilizarlas y aplicarlas correctamente.

Sin teoría no siempre se conocen las limitaciones y las restricciones de una herramienta, que incluso puede ser contraproducente si no se utiliza correctamente. Es así como a veces en virtud de una cierta prisa por resolver ciertos problemas, se pueden adoptar soluciones ateóricas, prefabricadas, e insustanciales, arreglos simples y rápidos para salir del paso a modo de tiritas y aspirinas, que no abordan las causas fundamentales de un problema ni expanden nuestro conocimiento hacia nuevos horizontes. Es justamente aquí donde radica el motivo mas convincente para buscar, desarrollar, y utilizar herramientas basadas en una sólida base teórica.

Entroncando con todo lo expuesto anteriormente, se entiende por psicoanálisis y teoría psicoanalítica una disciplina fundada por Sigmund Freud en la que cabe distinguir tres aspectos distintos bien delimitados.

El primero corresponde a un método de investigación que intenta elaborar el significado inconsciente del lenguaje, de la acción de las fantasías (especialmente de los sueños), pero también de las representaciones delirantes de un sujeto. Freud utilizó el método de la asociación libre y de las interpretaciones basadas en la psicología profunda.

El segundo corresponde a un método psicoterapéutico basado en dicha investigación y que se caracteriza por la interpretación de las resistencias, transferencias, y otros mecanismos de defensa, de los deseos pulsionáles inconscientes, e intentos de compensación que se manifiestan durante esta terapia.

El tercero corresponde a la teoría psicológica y psicopatológica, que persigue una sistematización de los métodos de investigación y tratamiento psicoanalítico y busca una concepción general de los procesos psíquicos y de la psicología del desarrollo.

Freud intento de esta manera englobar los resultados empíricos en un conjunto sistemático y propuso el esquema de un aparato articulado en instancias (Yo, Superyo, y Ello), una teoría de las pulsiones, una doctrina acerca de los sueños, y la teoría de los mecanismos de defensa del Yo que luego ampliaría Anna Freud. No obstante, y según Freud, la teoría de la represión corresponde a la piedra angular del edificio del psicoanálisis ya que se puede partir de la represión como punto central de partida y enlazar con ella todas las partes de la teoría psicoanalítica.

La base teórica del psicoanálisis consiste en explicar el funcionamiento psicológico humano mediante los determinantes inconscientes del comportamiento. Tal teoría asume que los impulsos heredados así como las experiencias previamente reprimidas entran en conflicto intrapsíquico con las necesidades personales actuales del sujeto, y de esta manera ejercen una poderosa influencia sobre lo que el sujeto piensa, siente, y hace.
 

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